Que Guadalajara, Jalisco, no fue el único lugar donde se desbordaron los ánimos con daños al Palacio de Gobierno y la quema de patrullas, por el reclamo de justicia tras la muerte de una persona en manos de policías municipales. Un hecho similar ocurrió en la junta auxiliar de Santa María Tonanzintla, en San Andrés Cholula, donde una turba quemó una patrulla de la Policía de Investigación que realizaba trabajo de campo en una indagatoria, pero supuestamente los agentes fueron confundidos con delincuentes, y pretendían lincharlos, sin embargo, al final fueron rescatados. Hay un fuerte tufo de mano negra de la delincuencia.
Que Olivia Salomón, la secretaria de Economía estatal, intervino en el parlamento abierto de la Cámara de Diputados con el seminario para exponer la participación de los gobiernos locales en la reactivación económica, y de no ser retorno sector automotriz que lo resolvieron con la federación, el resto de la industria productiva se rasca con sus propias uñas. Salomón afirmó que el estado enfrenta un escenario de desigualdad que se agudizó en gobiernos pasados, por lo que el resto es cerrar esa brecha, lo que está bien, pero todavía vive en el pasado; ojalá se ocupe del presente porque los indicadores económicos están por los suelos.
Que Marco Mena Rodríguez, gobernador de Tlaxcala, sí tiene definida la política y estrategia de la reactivación económica, estado que por cierto tiene un crecimiento constante, recursos principalmente destinados a las pymes. Entregó créditos del Programa Emergente de Apoyo a la Economía Estatal ante la emergencia sanitaria, por un monto superior a los 32.5 millones de pesos a pequeños negocios.
•¿Religión o fanatismo?
Tres agentes del Área de Inteligencia Estatal fueron retenidos por pobladores, quienes también quemaron la unidad en la que viajaban, tras confundirlos con delincuentes en Tonanzintla. Una cosa es la fe, la religión y otra muy diferente el vandalismo. Con ese pretexto en Puebla cualquiera violenta la ley.
El Pulso
