Que los pilares del bajo puente de la México-Puebla dejarán atrás el gris monótono para transformarse en espectaculares murales de promoción turística. Las enormes estructuras, que solían ser lienzo del vandalismo, proyectarán imágenes del Zócalo, la Catedral, la Ex Hacienda de Chautla, el Paseo de Gigantes y otros atractivos que buscan decir a los viajeros que el estado no solo se cruza, se disfruta. Aprovechando, valdría la pena arreglar los baches en tan importante vía de comunicación.
Que a más tardar en octubre, ahora sí, comenzará la instalación de 218 cámaras de videovigilancia que serán colocadas en varios tramos de la autopista México-Puebla-Veracruz, desde Tlahuapan y Texmelucan, hasta Amozoc y Esperanza. Aunque la Secretaría de Seguridad Pública ya tenía el aval hasta de la presidenta Claudia Sheinbaum para ejecutar el proyecto, no se sabe por qué Capufe ponía mil y un trabas para permitir la instalación de los equipos, necesarios para combatir el robo a transporte de carga. Bien dicen las abuelitas “piensa mal y acertarás”, pero que conste que sólo es un dicho.
Que el aspirante a la rectoría de la BUAP, Rodolfo Zepeda Memije, no solo se quedó sin candidatura oficial, sino que hasta se desmayó al enterarse de la decisión. Y es que la Comisión de Auscultación detectó documentos presuntamente falsificados en su expediente. Como el asunto huele a complicidades, la abogada general de la universidad, Miriam Ponce, adelantó que se abrirá un proceso de investigación en su contra. Quería ser rector y ahora podría terminar desempleado y bajo la lupa. Se dice que aprendió las malas mañas de su amigo el ex rector Alfonso Esparza.
Que la secretaria ejecutiva de la Unidad Empresarial de Seguridad Privada y Conexos (UESPAC), María Antonieta Chagoya, levantó la voz contra la propuesta de reforma a la Ley de Seguridad Privada, al considerar que no responde a las necesidades del sector. Se dice que en reunión con legisladores planteó que los costos de los certificados se reduzcan y que los cursos impartidos en la Universidad de Ciencias Policiales sean gratuitos; el fin es evitar que la actualización en la materia sea un lujo inalcanzable.