Que no se sorprenda si hoy prende su televisor, radio o teléfono inteligente y no encuentra la señal de la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues el mandatario informó que no tendrá actividades oficiales por el Día de Muertos. No queda claro si acudirá al cementerio de Tabasco, donde reposan sus seres queridos, o se quedará en Ciudad de México a atender asuntos pendientes, como la emergencia en Acapulco, o de plano termina la revisión de su próximo libro, que está por publicarse y que él mismo ha definido como “un ladrillo”.
Que siguiendo con el tema de Acapulco, ayer quedó clara la estrategia que el gobierno federal pondrá en marcha para la reconstrucción del puerto, que incluye becas, apoyos, exenciones fiscales, prórroga de pagos y otras acciones, una estrategia que estará a cargo de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, y la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, lo que refuerza la idea que se promueve desde la 4T: es tiempo de mujeres.
Que el oficio que envió la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los fideicomisos del Poder Judicial tomó por sorpresa a varios ministros. En ese entorno de togas y birretes cuentan que únicamente fueron informados de que habría un “comunicado” para dar respuesta, no que aceptaría la propuesta del titular del Ejecutivo federal para destinar esos fondos extinguidos para atender a la población damnificada en Acapulco.
Que además del personal que la SSC capitalina envió a Guerrero para brindar apoyo tras el paso del huracán Otis, ahora la Policía de Investigación de la fiscalía desplegó a personal especializado para la localización de personas extranjeras, mientras que la familia LeBarón anunció que se suma al apoyo de los damnificados y para ello ya convocó a la donación de víveres para llevarlos directamente a la zona afectada este fin de semana, todo en medio del susto por el secuestro fallido de Sofía Zamarrón, hija de Julián.