Que pese a las diferencias en el tema energético, la delegación canadiense se fue satisfecha con la postura del gobierno mexicano y en concreto del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aceptó reunirse con las empresas posiblemente afectadas con la nueva política energética, e incluso celebró que el tabasqueño haya estado “receptivo”, porque el objetivo es crear una relación de ganar-ganar y, sobre todo, porque también se trata de ayudar a México, como dijo Justin Trudeau, con inversiones.
Que sin embargo, quedó una inquietud en el aire por el timing de los canadienses en materia de seguridad, pues emitieron con fecha 10 de enero, en plena cumbre y con su primer ministro, Justin Trudeau, en Ciudad de México, una alerta de viaje para sus ciudadanos que abarca 14 estados, sobre todo Culiacán, por la violencia desatada después de la aprehensión de Ovidio Guzmán.
Que siguiendo con la cumbre, una vez concluida los Congresos de México y Estados Unidos iniciaron conversaciones para celebrar en un plazo de entre 45 y 90 días su Interparlamentaria con el fin de analizar los acuerdos alcanzados y, en su caso, procesarlos en el ámbito legislativo. Según el líder de la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, habrá especial atención sobre los compromisos en materia migratoria, como el de la deportación de hasta 30 mil indocumentados centroamericanos desde el territorio estadunidense a las entidades fronterizas mexicanas con el visto bueno de la 4T.
Que por eso uno de los asistentes a la Cumbre de Líderes de América del Norte que se lleva más chamba bajo el brazo es el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, a quien como encargado de la política interna y participante de las mesas de negociación, siempre al lado del Presidente, le corresponderá operar los acuerdos en materia migratoria y los de alcance regional pactados y signados con los gobernantes de Canadá y, sobre todo, Estados Unidos, con el tema de nuestra frontera norte.
