Que durante las últimas horas circuló en redes sociales una “lista negra” de diputados del PRI que supuestamente votarán a favor de la reforma eléctrica, entre ellos Jericó Abramo, Brasil Acosta, Montcerrat Hernández y Laura Barrera, quienes por diversas vías rechazaron la versión y reafirmaron su oposición a la iniciativa presidencial. Incluso el panista Gabriel Quadri, quien aseguró el jueves que Morena había sumado mediante presiones y amenazas a once legisladores de la oposición para votar en pro del proyecto, ayer sostuvo que diez de ellos, con excepción del priista Carlos Miguel Aysa, ya volvieron al redil de Va por México.
Que entre que son peras y manzanas, la palabra de Morena de garantizar el ingreso de los diputados de la oposición está en veremos, porque el Frente Nacional Obradorista instaló un plantón en respaldo a la reforma eléctrica con dos casas de campaña afuera de la Cámara de Diputados, amagando con impedir el acceso de los legisladores de PAN, PRI, MC y PRD a la sesión ordinaria del domingo. Por lo demás, tan tiene sus reservas el PRI con la lealtad absoluta de su grupo que ha debido aclarar que quien falte sin causa justificada o vote a favor de la iniciativa de AMLO estará desacatando el mandato del Consejo Político Nacional del partido.
Que el Presidente debe andar desempolvando sus lecturas de estudiante en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM pues en una semana ha citado un par de veces a Friedrich Engels y Karl Marx, de quienes ayer destacó su “genialidad como grandes científicos”, no sin antes catalogar de “apasionante” la vida y obra de Cristo, “por su sincero amor a los pobres y su actuación consecuente sobre la no violencia”. Es decir, anda estos días a dos pistas entre El capital y La Biblia. Otra egresada de la institución puma, aunque de Ciencias, Claudia Sheinbaum, adujo que asistió a la representación de la Pasión de Iztapalapa “porque es una fiesta del pueblo” y quiso ser parte de ella.
