Que el equipo del líder nacional de Morena, Mario Delgado, dice que su jefe alista una “sorpresa” para presentar el domingo en la cita con el Consejo Nacional de ese partido, en la que quedará lista la ruta del relevo presidencial. El dirigente recibió la instrucción del Presidente de hacer todo por garantizar la unidad entre las corcholatas y evitar a toda costa algo que ponga en riesgo la ruta de la transformación, y por eso se busca dejar contentos a todos. Solo hay que esperar que la “sorpresa” no sea el reparto ya conocido desde el inicio de semana.
Que después de que una jueza capitalina determinó que Yasmín Esquivel sí es la autora de la cuestionada tesis profesional de 1987, sus abogados dejaron claro que no se trata de un pleito con la UNAM, sino de aclarar el asunto, aunque consideraron que en la máxima casa de estudios prefirieron seguir el pleito que acatar la ley y que el tono subido indica que ya se volvió un asunto más personal entre el rector Enrique Graue y la ministra, dejando a la Universidad en medio.
Que si las corcholatas ya entraron de lleno a la competencia por la sucesión en los estados no es la excepción y puede ser hasta en las formas más peculiares, como en Jalisco, donde el diputado morenista José María Martínez presentó en Zapopan su propuesta de solución a las #PinchesRentasCaras, que consiste en la construcción de vivienda en terrenos municipales con esa factibilidad, con recursos de los ayuntamientos o créditos de la banca de fomento, con el fin de coadyuvar al acceso a casas para las nuevas generaciones.
Que Supongamos una generación es una exposición de artes plásticas inaugurada anoche en el Palacio de la Autonomía, que dirige Belem Fernández, en la que participan como autores de obra Rodrigo Ímaz, hijo de Claudia Sheinbaum, y 11 de sus colegas, que logran establecer un diálogo a propósito de los años 90, la caída del mundo polarizado, marcados por la crisis y sus convulsiones, por las IBM y los comienzos de los celulares.
