Que el Covid 19 obligó a las jerarquías católicas a usar las redes sociales para transmitir los rituales religiosos. Las misas virtuales llegaron para quedarse y seguro que los obispos no han entendido la trascendencia de lo que acaban de hacer. Es posible que alcancen a más personas y que el mensaje sea compartido miles de veces por la feligresía. Claro que sus pininos en las transmisiones virtuales fueron graciosas.
Se notaba el nervio y también que hay escasa tecnología. Para empezar en Torreón, en la misa del Obispo Luis Martín Barraza Beltrán la cámara la pusieron al revés y en sus comunicados falta que precisen el número de conectados en vivo a su transmisión. Por algo se empieza.
Que la crisis del coronavirus en el país muy probablemente va a comprometer los recursos que estaban destinados para La Laguna, entre ellos para el nuevo hospital del IMSS en Matamoros y las pláticas para construir otro en Lerdo, Durango.
Que posiblemente el metrobús se perjudique otro poquito o el impulso a la zona metropolitana. A los alcaldes en la comarca nos les quedará más que administrar bien los pocos recursos que habrá, que administrar la riqueza cualquiera.
Que a la 4T se le hace bolas el engrudo con el SNTE. No puede eludir la Reforma Laboral, los acuerdos con la OIT y lo que dice el T-MEC. Se requiere un sindicato vigoroso, renovado y democrático, donde el modelo a seguir sea el voto libre, directo, secreto y universal, reto que tendrá que articular la ministra Olga Sánchez Cordero y Esteban Moctezuma.
Llegó el tiempo de revisar perfiles donde la maestra desea regresar con sus incondicionales para decidir quién puede sumar y no restar.
Que la maestra está resuelta a recuperar el SNTE sin revanchas ni rencores sino coadyuvar al presidente en tiempos de crisis. Ni visiones de derecha ni extremas y, por supuesto, nada con los que cambian de color y de piel cada sexenio, sino con el magisterio.
Vienen los comicios de 2021 y la 4T debe resolver cuanto antes el tema del SNTE si el coronavirus, les permite.
