Que las expresiones del director de Servicios Públicos, de la presidencia municipal de Torreón Eduardo Sáenz, en redes sociales causaron indignación entre la población femenina torreonense por el tono. El caso es que criticó la marcha feminista porque no eran las formas de expresarse al pintar el monumento a Juárez en la Plaza Mayor. Y hay qué decirlo ciegos si no ven la magnitud de esa marcha y los cambios que puede generar.
Por cierto, no tendría nada de malo que se preocupara por el patrimonio de la ciudad en teoría, pero se vislumbra incongruente si se toma en cuenta que las labores de limpieza de la estructura de cantera iniciaron con aguarrás y no tomando en cuenta lineamientos de ese tipo de espacios.
Que el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Coahuila, Hugo Morales Valdés fue traicionado por su lengua durante la actividad en el marco del Día de la Mujer en la Ibero Torreón la semana pasada.
El ombusman destacó la importancia de “celebrar” la fecha, cuando los grupos feministas insisten hasta el cansancio que se trata de conmemorar por la lucha de la mujer a lo largo de la historia y que ha cobrado vidas.
El que le corrigió la plana sin quererlo fue el rector de la Ibero, Guillermo Prieto Salinas, quien en su discurso puntualizó lo que significa traer a la memoria el 8 de marzo. Los temas no son para celebrar, son para recordar que aún hay mucho por modificar en una estructura de pensamiento que prefiere defender edificios que las vidas frágiles de las mujeres.
Que Claudia Murillo, titular del Instituto de la Mujer de Torreón, quedó relegada y lejos del presidum en esa actividad en que estaban responsables de otras dependencias estatales que atienden el género. Llama la atención si se toma en cuenta que antes que ella figuró Astrid Casale que está en un puesto honorario y no de toma de decisiones de las políticas públicas. No está mal que esté, pero tampoco se trata de hacer a un lado a las mujeres que ocupan estos cargos. La culpa fue de los organizadores.
Que Fernando Andrade Cancino es un respetado promotor cultural y ahora se desempeña en Difusión Cultural de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Y se rumora que sería removido del cargo y que incluso hay un perfil destinado a su puesto. Y es que no solamente ha forma generaciones de poetas o pintores, sino que su compromiso con la cultura ha sido desde hace décadas. Mal asunto que se considere su despido en tiempos en que se requiere más gente experimentada.