Que ayer circuló en corrillos políticos la especie de que la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero seguiría como asesora de la dependencia, pero no como titular y que en su lugar entraría Alejandro Encinas, uno de los hombres fuertes de Andrés Manuel López Obrador.
Si esto es falso o verdadero, es lo de menos, pero lo cierto es que el gobernador de Coahuila ya comió con Encinas y hubo buena relación.
Que situaciones parecidas a las que se viven en Saltillo con la instalación irregular de una gasera las tuvieron en Tijuana, Baja California. La empresa violentó todos los reglamentos municipales y exhibió una conducta desleal para con ciudadanos residentes de fraccionamientos, porque nunca pensaron en su seguridad. Es evidente que este tipo de instalaciones entrañan un riesgo total y constituyen una bomba de tiempo si se permite su ubicación en zonas residenciales, comerciales u hoteleras, como es el caso de Saltillo.
Los vecinos están a la expectativa y los hoteleros también, porque al igual que sucedió en Tijuana, se opondrán, esperan que con éxito, a su apertura. No es un asunto menor.
Que hay mucha preocupación en la capital ya qué sigue sin aparecer el delegado Novelo. Después de su accidente fue trasladado a México y sigue ausente lo que ha emproblemado el desarrollo de los programas sociales que de por sí a nivel nacional tienen conflictos, en Durango están peor porque sin delegado están empantanados.
Que Everardo Durán Flores, alcalde de Arteaga, desechó la presencia de grupos de autodefensa en la Sierra. Desconoce el origen de los cartelones que aparecieron, pero rechaza que exista ese conflicto en su municipio.