Que la reunión de los comités panistas en el búnker azul en Ciudad Victoria pareció más la despedida de Luis René Cantú como dirigente del partido en Tamaulipas, luego de más de un año y muchos resultados negativos. Lo curioso, “El Cachorro” lució más cercano con los representantes del instituto político en los municipios, pese a tener muchas diferencias con la mitad de ellos.
Que en septiembre se emitirá la convocatoria rumbo al relevo del diputado local con licencia; pero desde el CEN, su titular Marko Cortés dejó a la entidad fuera de la obligación de designar a una mujer. Esto abre la opción a un hombre la opción de ser el aspirante, aunque muy poco se sabe de César Verástegui Ostos, lejos de los reflectores en los últimos días.
Que trascendió, la posesión del Centro de Convenciones y Exposiciones de Tampico a manos del Ayuntamiento porteño se busca formalizar antes del relevo en el gobierno estatal. Este tema es uno de los últimos movimientos previo al fin del sexenio panista. Recordemos: la Secretaría de Administración le quitó a Desarrollo Económico su operación.
Que Lucio Ernesto Palacios Cordero, delegado nacional de Morena en Tamaulipas, no salió a informar los pormenores del proceso interno de su partido realizado el pasado fin de semana, a pesar de que en la rueda de prensa del lunes, el gobernador electo Américo Villarreal comentó que seguramente lo haría este miércoles.
Que por cierto, se confirmó que Úrsula Salazar quiere la dirigencia estatal del partido guinda, aunque en los resultados de la reciente elección de consejeros no se vio una abundante votación a su favor en su distrito, siendo otras mujeres las que tuvieron un mayor apoyo que la sobrina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Que el escándalo en que se vio envuelto el hijo del auditor superior del Congreso perfila como insostenible la permanencia de su papá Jorge Espino Ascanio en el órgano de fiscalización del Poder Legislativo de Tamaulipas, donde se le destinó a ser un servidor público transexenal. _