Que la cresta de los ríos generó que las autoridades abrieran las compuertas del Chairel para desfogar el agua y que el excedente llegará al río Pánuco, lo cual evidencia la necesidad del dique El Moralillo, para que todo ese recurso se pueda almacenar y no se desperdicie, pero sobre todo no volver a padecer sequía.
Que también la contingencia por lluvia evidenció algunas necesidades del gobierno porteño, porque al buscar unidades para llevar a cabo acciones en torno a la contingencia se dieron cuenta que no había suficientes, así que tuvieron que pedirle a los funcionarios que apoyaran con sus coches particulares.
Que entre el personal de Bienestar Social se dice que le quitaron a Omar Fabbri, titular de la dependencia, la estructura municipal debido a que no ha podido organizarla y sacar a flote eventos importantes, así que ya andan buscando otro perfil para hacerse cargo de la legión de la 4T en el puerto.
Que llamaron la atención los ediles de Tampico porque la mayoría acudió a la reunión de emergencia con motivo de la tormenta “Barry” con sus botas de hule, acudieron al Centro de Bienestar y Paz de la Moscú, pero ninguno de ellos se metió al agua a ver necesidades relacionadas a la inundación.
Que los ciudadanos de El Moralillo esperan que las autoridades municipales de Pánuco hayan hecho un buen trabajo tras las inundaciones, ya que si Barry trae más agua se viene la segunda temporada del bloqueo de la carretera Tampico-Valles, en verdad, que ojalá no.
Que Amalia Ávalos sigue en la función pública en Tampico como subsecretaría de Comunicación Social luego de su paso por el Instituto de la Mujer, pero lo que ha captado la atención es que sigue compartiendo el pronóstico del tiempo en redes sociales y hasta con patrocinadores.
Que hay quienes no tienen mucha confianza que pueda funcionar el programa federal “La Clínica es Nuestra”, ya que se otorgan recursos para las clínicas que provienen del IMSS Bienestar para mejora de dichos espacios de salud, pero se entrega el recurso a un comité de ciudadanos
