Que con mucha jiribilla se tomó en Reynosa el nombramiento de Marcelo Olán Mendoza como jefe de la Oficina Fiscal, entregado por el gobernador Américo Villarreal Anaya durante su gira efectuada este lunes. El funcionario es conocido por ser uno de los fuertes antagonistas del presidente municipal Carlos Peña Ortiz.
Que el edil de la frontera se ausentó de todos los eventos efectuados por el mandatario tamaulipeco, como fueron los honores a la Bandera, una firma en materia de seguridad, la entrega de una helicóptero para tareas de vigilancia y el arranque de construcción de un gasoducto. Tampoco el munícipe hizo referencia en sus redes sociales de esta agenda.
Que mejor trato recibió Alberto Granados, asistente a varias actividades. Tan solo el vocero de Seguridad Jorge Cuéllar lo nombró en uno de los actos, primero le agradeció su presencia y le deseó éxito en su gestión. “En Matamoros hay muchas expectativas y la ciudad merece más”, le dijo al alcalde electo.
Que los diputados de la Permanente también se tomaron su asueto de verano y regresan a sesionar hasta el 5 de agosto; mientras tanto, algunos de ellos no pueden irse de vacaciones porque deben atender la invitación del gobernador para acompañarlo en eventos, ya que los empleados tomaron la prestación, pero los jefes todavía no.
Que por lo visto será hasta la próxima Legislatura estatal cuando pueda surgir algún procedimiento de la que será la aplanadora morenista contra el ex auditor superior del Congreso del estado, Jorge Espino Ascanio, pues actualmente no se ven señales de sesiones extraordinarias con dedicatoria y menos ahora que no parece ser el mejor momento al interior.
Que es hasta el próximo año cuando Acción Nacional contempla la salida de Luis René “Cachorro” Cantú, porque resulta que todavía le falta un año en la dirigencia estatal; mientras tanto, en las filas albiazules hay tanto hartazgo que, cualquier intento por armar una oposición al interior, parece no tener la fuerza suficiente.