Que en el contexto de la publicación de los bandos municipales de cada demarcación en el Estado de México, fue muy bien visto el anuncio de que este año por primera vez el de Toluca se publicará en sistema Braille y en otomí, lengua originaria del municipio que encabeza Ricardo Moreno.
Hay quién ha hecho notar que esto no ocurrió ni siquiera cuando hubo un alcalde con raíces de ese pueblo originario, solo como muestra de la reducida importancia que se le daba al tema, amén de otros presidentes que incluso tuvieron serios conflictos políticos con los representantes de este sector.
Que la Secretaria del Medio Ambiente, Alhely Rubio, afirma que los estados que integran la complicada Zona Metropolitana de Ciudad de México, con el programa “Basura Cero” van a disminuir el volumen de residuos para que nadie los envíe a otro estado. De esta manera, el Estado de México dejaría de recibir 12 mil toneladas de basura de los vecinos cada día.
Eso suena como un escenario maravilloso que daría un gran respiro a la entidad, sería bueno que detallaran de qué manera se amarró el compromiso para que, en efecto, las pobladas entidades limítrofes respeten algún acuerdo, porque de entrada tendrían que buscar alternativas para deshacerse de miles de toneladas que hoy cómodamente exportan.
Que hay situaciones en las que no se ve una solución fácil. Una de ellas es la inseguridad que aqueja al transporte público, porque con frecuencia están entre la espada y la pared. Para muestra, dos botones: ayer un grupo de camioneros armaron un conato de bronca con policías municipales de Melchor Ocampo, exigiendo alto a la corrupción y extorsiones de los “guardianes de la ley” contra los trabajadores del volante.
Por otra parte, la denuncia de taxistas de Almoloya de Juárez sobre presuntos cobros de piso por más de dos mil pesos por parte de delincuentes para circular en la demarcación. Que entre los gremios transportistas regionales de diversas zonas hay también prácticas gangsteriles, es delicado tema aparte, que se ha dejado crecer por décadas.