Que suena interesante la propuesta de Anuar Azar de ir encaminando a Pablo Fernández de Cevallos, el famoso hijo del jefe Diego, para la coordinación parlamentaria local del PAN. Eso depende, aclaró, de que lo reelijan presidente estatal del blanquiazul. Es decir, algo así como dando y dando.
Aunque lo hizo como para medir la temperatura, el pronunciamiento tiene sentido, pues el Jefecito ha tenido una trayectoria firme y con sello propio radicada principalmente en la región de Huixquilucan. Hay que esperar reacciones.
Que hablando de la Legislatura, y de señales claras, la Contraloría parece decidida a sacar la guadaña para jugar un papel más contundente al ampliar su área de situación patrimonial para poder revisar (al azar, aclaran) a cuando menos 10 por ciento de los funcionarios de elección popular de los 125 ayuntamientos, y verificar que no se hayan enriquecido ilícitamente en el servicio público, asegura el contralor José Hernández Vences. Será interesante esa tómbola.
Que se acercan las definiciones jurídicas por parte de los Tribunales electorales y, en lo que hace al lo estatal, con la espada de Damocles encima, el dirigente mexiquense del Partido Verde Ecologista, José Alberto Couttolenc, indicó que confía en esas instancias para no perder ninguna de las cuatro curules plurinominales que obtuvieron.
Y es que en ese sentido tienen claramente una marca personal del Partido Revolucionario Institucional que se siente el principal agraviado, y Ana Lilia Herrera es aguerrida. Los 18 triunfos en presidencias municipales parecen estar firmes, en general.
Que en los famosos diálogos por la Reforma Judicial, llamó la atención que el ex gobernador mexiquense Eruviel Ávila participara en su edición de ayer en Puebla. Destaca el detalle porque ya hubo una de estas jornadas en el Edomex, y el senador no figuró como en la reciente.
Sin embargo, hay que resaltar la habilidad del político ecatepequense, que entre otras consideraciones dijo que en su experiencia, en el contacto con jueces y magistrados, en efecto observó numerosas “áreas de oportunidad”. Qué sutil, a toro pasado.
