Que una especie de “hable ahora o calle para siempre”, fue el recordatorio del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México acerca del plazo que tienen las nuevas autoridades municipales, de 60 hábiles para hacer observaciones a las anteriores administraciones y terminar de revisar las entregas que les hicieron en materia financiera, de obra, administrativa, patrimonial y de recursos humanos.
Altamente probable que el OSFEM tendrá un año movidito si respeta la mística de “agarrar parejo”, sin colores, en caso de irregularidades.
Que por cierto, y para que la titular Miroslava Carrillo Martínez se vaya dando una idea, el presidente del Consejo Político de Morena, Maurilio Hernández González, reconoció que “hubo fallas en algunas administraciones municipales” que gobernó su partido en el Estado de México. Eso sí, dejó claro que también se cuentan aciertos, y ejemplificó con la reelección de varios alcaldes y alcaldesas. Pero, en resumen, ¿cómo andará ese balance?
Que uno de los casos más escandalosos de una administración fallida es evidentemente el de Toluca, con el aún morenista Juan Rodolfo Sánchez. Lo que le heredará a la actual administración que encabeza Raymundo Martínez es la estadística del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad: nada más el año pasado, la capital mexiquense registró 19 mil 494 delitos. Por esa razón el nuevo edil advierte que realizarán un análisis completo del tema, pues sabe que es una gran demanda ciudadana.
Que el Secretario General de Gobierno, Ernesto Nemer Álvarez, ratificó el compromiso y la voluntad del Gobernador Del Mazo con los nuevos presidentes municipales. Destacó la tranquilidad y orden con que se llevaron los cambios de mando de las 125 policías y protección civil municipales y la totalidad de los ayuntamientos. El Ejecutivo, dijo, reconoce la madurez y responsabilidad de las autoridades y las convoca a sumar esfuerzos. Buen inicio.
Que a nadie conviene un ambiente político polarizado, y una muestra de prudencia fue la expresión de la alcaldesa de Atlacomulco, Marisol Arias, acerca de que reprobaba el hecho del derribo de la estatua del presidente Andrés Manuel López Obrador en el municipio, pero que en el momento su recién estrenado gobierno no actuó porque aún no tenía las facultades.
Por cierto, luego de que “tumbaran” la efigie presidencial, que solo duró un par de días instalada, ayer cerca de 15 simpatizantes se manifestaron y gritaron vivas al tabasqueño. ¿Será una muestra de la fuerza política en ese municipio?