Ahora sí, en serio, se acabaron las campañas electorales, tanto en Jalisco como a nivel federal. Fueron 60 días de propuestas, ataques, descalificaciones y, por supuesto, recorridos por los diferentes municipios o distritos, con sus respectivos momentos para tomarse la selfie gastronómica en tianguis y mercados. En Jalisco se rompió el récord de partidos y candidatos... y seguramente de declinaciones. Vienen ahora tres días de reflexión (¿ya está usted en ese proceso?) y, por supuesto de guerra sucia, pues ya los candidatos no pueden defenderse.
Quienes optaron por guardar silencio ayer fueron los directivos de la iglesia La Luz del Mundo, y el candidato morenista por Guadalajara Carlos Lomelí, luego de que en MILENIO se hiciera pública una grabación en la que un pastor alecciona a fieles a votar por el candidato de la 4T, para que éste gestione ante la UIF de Santiago Nieto la liberación de recursos, y tal vez del acusado, Naasón Joaquín, señalado en Estados Unidos de diferentes delitos sexuales. Por lo pronto aplicaron la estrategia de calladitos se ven más bonitos, como parte de su control de daños.
Personajes que están cerca de Casa Jalisco refieren que el gobernador Enrique Alfaro se ha mostrado sereno, e incluso relajado, en vísperas de la elección. No hay una explicación concreta sobre el tema, pero al parecer los sondeos y recuentos diarios que se hacen sobre el panorama político-electoral venidero está dentro de lo presupuestado por el círculo más cercano al mandatario. El sentir es que no habrá una debacle el 6 de junio para los naranjas locales, y que la posibilidad de que el partido Movimiento Ciudadano consiga dos gubernaturas más (Nuevo León y Campeche), mantienen alto el espíritu alfarista, pues ya habría un bloque naranja para negociar (si es que eso se puede) con Palacio Nacional.
Aunque Tláloc no era precisamente una deidad muy venerada por los prehispánicos en lo que hoy es Jalisco, seguramente el dios de la lluvia se apiadó de la ZMG y soltó por la noche una buena lluvia para refrescar un ambiente muy caluroso desde hace semanas. Eso sí, Tláloc, o quien fuera que trajo las aguas, cobró su cuota de árboles caídos y encharcamientos. Ni modo: nos aguantamos con tal de que las lluvias se mantengan.
