Que la hora feliz por toda la inteligencia que ofrece las Cybertrucks de Jalisco no será una película palomera… como ya dijo Pablo Lemus, gobernador de Jalisco, el que la hace la paga; entonces los policías que veían películas de Netflix en la Cybertruck del gobierno en su horario de funciones, ahora podrán hacer carrera en el cine, porque en la policía de Jalisco no más. Los agentes ya presentaron su renuncia y en una de esas hasta los vemos en otra cinta, pero que sí sea de acción. En las siguientes horas se dará el anuncio.
Que la expansión del tequila en mercados internacionales es un paso importante para la economía mexicana, pero ¿qué tan efectivas serán las estrategias del Consejo Regulador del Tequila para proteger la denominación de origen y evitar la piratería? La protección de la marca es crucial en un mercado global cada vez más competitivo. Habrá que ver si el CRT logra sortear las barreras comerciales y mantener la calidad y autenticidad del tequila en el extranjero. La verdad es que como México no hay dos. Tequila, identidad nacional.
Que el mandatario estatal anda con todo poniendo orden, y después de la Secretaría de Seguridad del estado, le siguió con el SIAPA, al que ya le puso un “estate quieto” por andar aprobando aumentos exorbitantes cuando las quejas por socavones mal arreglados, fugas de agua, cobros excesivos y denuncias sin atender brotan por toda la Zona Metropolitana de Guadalajara. En vez de andar sesionando para subir el costo del agua potable, dice el mandatario estatal que mejor se pongan a trabajar para crear un plan que permita la “reingeniería absoluta” que prometió hace dos días.
Que en las centrales camioneras de Jalisco no solo parten autobuses, como es bien sabido, también desaparecen personas. Por eso, en Tepic, Pablo Lemus propuso blindarlas como aeropuertos: boletos con nombre, identificación, filtros. Llega tarde. Las terminales de Zapopan y Tlaquepaque llevan años siendo puntos rojos del reclutamiento criminal. Mientras el gobernador presume cifras a la baja y botones de pánico en OXXOs, las familias siguen esperando a quienes subieron a un camión y nunca llegaron. ¿Cuántos más?