Que no parece incompetencia sino crimen de Estado que en el Rancho Izaguirre, Teuchitlán, hayan operado hornos crematorios bajo las narices de Sedena, Guardia Nacional y FGR. Alejandro Gertz Manero pregunta “¿dónde estaba la autoridad local?” Pero calla que su Fiscalía abandonó el sitio como primer respondiente en 2024. Datos que estallan la narrativa oficial: Sept/24: Capturan a 10 tras un enfrentamiento armado entre federales y civiles… ¿por qué no excavaron entonces? Marzo/25: Colectivos hallan tres crematorios y huesos que el Estado “no vio”. No es desentendimiento: es pactar con el horror. Mientras Jalisco lidera desapariciones nacionales, Gertz debe empezar por explicar su retirada estratégica del rancho y las fosas que “no existían”.
Que un nuevo campo de exterminio fue localizado ayer en Reynosa, Tamaulipas, por madres buscadoras del Colectivo Amor por los Desaparecidos entre las colonias Colinas del Real y la Quinta San Martin. Con los hallazgos de los campos de exterminio en Tamaulipas y Teuchitlán, Jalisco, los colectivos de búsqueda ya hicieron más que cualquier otra autoridad en mucho tiempo. Es terrible que la sociedad civil tenga que hacer el trabajo que el Gobierno no quiere o no puede hacer.
Que las iniciativas para armonizar la reforma judicial federal en Jalisco presentan un 90 por ciento de coincidencias en sus argumentos principales, lo que sugiere un consenso generalizado. Sin embargo, existen desacuerdos significativos en cuanto a la implementación de la reforma, específicamente en relación con la elección judicial local y la denominada “tómbola” de aspirantes. La principal controversia radica en la fecha de la elección, con algunos actores políticos abogando por posponerla hasta 2027. Además, se ha generado confusión en torno al término “tómbola”, que se ha utilizado para describir un sistema en el que no existe una vinculación directa entre el comité evaluador y los candidatos que aparecerán en la boleta electoral. Quedan dos días para ser votada ¿Lograran hacerlo?