Que por razones personales, Roberto Fernández decide dejar la Tesorería de Guadalajara, noticia que será confirmada este viernes. “Sus motivos tendrá”. Lo relevante es que la alcaldesa Verónica Delgadillo no improvisa: apuesta por una figura con experiencia comprobada en el manejo de finanzas municipales. Que la nueva tesorera haya ocupado el mismo cargo en administraciones anteriores (Guadalajara y Tlajomulco): garantiza conocimiento técnico. La jugada es inteligente, pero el verdadero examen será transparentar cuentas y llevar buenos números a los tapatíos.
Que la entrega inicial de medicamentos oncológicos en Jalisco bajo Pablo Lemus tendrá un significado real sólo si se convierte en abasto constante. El verdadero examen no es distribuir los primeros frascos, como ocurrirá el día de hoy, sino sostener la cadena sin desabastos mortales. Sin embargo, hay que reconocer el esfuerzo. Otro logro es la apertura de convocatorias para apoyar a organizaciones civiles que ayudan a personas enfermas. La pregunta es ¿por qué la Cuarta Transformación, con su retórica de salud pública, no logró este suministro básico?
Que la metamorfosis de Alejandro Puerto -de operador leal a creador de La Mayoría- evidencia dos fracturas: la implosión de los acuerdos no escritos en Morena y el surgimiento de ambiciones que ya no caben en el monolito oficialista. Su salida, tras el desaire estratégico de Mario Delgado al priorizar a Kumamoto en Zapopan y no cumplirle el pago de hacerlo coordinador en el Congreso, no es sólo rencor personal: es síntoma del desgaste interno por controlar candidaturas. Que hoy Morena le tema esta escisión habla más de sus debilidades orgánicas que de la fuerza real del nuevo proyecto.
Que este viernes el Congreso convoque a sesión extraordinaria para su propio presupuesto -con urgencia técnica- pero postergue oootra vez la votación de derechos para infancias trans, no es casualidad: es síntoma de una crisis de agenda política y de una debilidad moral.
