Que no conforme con el tiradero de basura que dejó la empresa Caabsa Eagle en Guadalajara por la falta de camiones y su irresponsabilidad, ahora resulta que se indigna y exige la paga ¡dizque de sus servicios de noviembre!, pero como siempre, nadie da la cara y esta vez ni si quiera para cobrar. Todo lo hacen igual desde hace meses, su comunicación es por medio de boletines a nombre de la Dirección General, sin nadie que los represente y ocurre el día en que la compañía es señalada por el gobierno de ser causantes del incremento del dengue. Es una muestra de lo que es esa empresa, ya en el ojo de otras alcaldías y del propio gobernador Pablo Lemus. Si no dan la cara es porque deben muchas cosas y del colapso ya nada los detiene.
Que ante la falta de designación de magistraturas de tribunales electorales locales por parte del Senado, los magistrados provisionales de Jalisco, Ramón Eduardo Bernal Quezada, Liliana Alférez Castro y Manuel de Jesús Rizo Macías, se aventaron la idea de designar al recién ex magistrado del mismo órgano, Tomás Vargas Suárez como secretario general de acuerdos, pero eso sí, con “funciones de magistrado presidente” sin ningún fundamento legal para ello y eso que son la autoridad en derecho ¡Imagínese! El cargo fue a partir del 15 diciembre (el último día de Tomás como magistrado). Ya se estudia por ahí una impugnación (aunque jurídicamente es un rollo, pues hay que ver quién tiene interés jurídico para hacerlo), tal vez algún actor que tenga un juicio pendiente de resolver por el tribunal. Ese Tomás es todo un caso. Recientemente tuvo un escándalo por violencia contra una de sus colaboradoras durante un zoom (no sabía que ya se estaba transmitiendo). Y después hizo que saliera en un video a decir “que así se llevaban” ¡Plop!
Que Morena va de adelante para atrás. Para muestra es la división en su bancada del Congreso local; en menos de un mes perdió tres integrantes y se le acumularon los señalamientos al senador Carlos Lomelí y a su ahora dirigente estatal Erika Pérez. Si siguen así no se les augura crecimiento. Esto es una señal que debería prender las alertas de la dirigencia nacional de Morena, a cargo de Luisa María Alcalde, quien en estos momentos anda dedicada más a otros asuntos personales, a ver si el hijo del expresidente no se les aparece un día de estos en Guadalajara.
