Que una sesión como la que se dio ayer en la que compareció el secretario de Seguridad, Mario Bravo, debió realizarse con mayor transparencia, pues al menos las últimas en las que se han presentado el secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca, y el fiscal general, en el Congreso han sido públicas y de amplia difusión y acceso a los ciudadanos.
Sí es correcto que una tuvo que ver con la glosa del informe del gobernador Diego Sinhue y la otra con el segundo informe de la Fiscalía pero los cuestionamientos por parte de la oposición como del PAN fueron abiertos y sin ninguna censura para los ciudadanos, entonces ¿qué privilegio goza Mario Bravo?
Que llamó la atención que por presumir traición a la corporación se hayan dado de baja 29 elementos de la policía municipal pero que no exista una sola denuncia, si al tratarse de servidores públicos y en especial relacionados con la seguridad y aún más con presunciones de nexos con el crimen no se tenga registro de querella alguna.
Nos cuentan, sin embargo, que la Fiscalía General del Estado tiene en proceso investigaciones en contra de corporaciones municipales y no descarte que en próximos días se vayan a ejecutar acciones derivado de las indagatorias por presuntos nexos también con grupos criminales, ya le contaremos.
Que hay un retraso importante en la realización de los exámenes de control y de confianza a los que deben de ser sometidos los titulares de seguridad y de las policías municipales pues nos cuentan que el Centro Estatal de Control y de Confianza anda rebasado por el número de pruebas a realizar.
Nos dicen que si bien nos va se tardarán aproximadamente un mes más en tener los resultados de quienes aspiran a ocupar dichos puestos sin embargo también nos dicen que es parte del proceso normal con cada cambio de administración.
