Que en donde sobran grillas pero no logran dar pie con bola es el otrora partidazo, el Revolucionario Institucional, pues ahora andan con el brete de expulsar militantes por ostentarse como dirigencia estatal sin serlo como si el horno estuviera para bollos en un partido que si bien le va a repetir como tercera fuerza política en las próximas elecciones.
Ayer se dio a conocer que Armando Uribe Valle y la planilla que junto con el abogado se ostentó como dirigencia estatal del PRI, sin serlo, tienen en juego sus cabezas, pues ya se analiza la expulsión de todos ellos. El problema es que con ello el PRI corre el riesgo de desaparecer ¿cuántos militantes le quedan?
Que quien sigue embroncado con su Policía Municipal es Antonio Trejo, alcalde de Silao, a quien ayer la corporación se le plantó frente a palacio municipal y suspendió labores en protesta por el incumplimiento de pago a sus labores proveniente de los apoyos del Fondo de Fortalecimiento a la Seguridad.
Esto podría interpretarse como una raya más al tigre, pues no deja de haber problemas en la corporación, que derivan en inconformidades, indisciplinas y hasta señalamientos de presunta relación con la delincuencia. Ya va siendo hora de que ponga en orden a su corporación en donde hasta las mujeres elementos denuncian acoso de sus superiores ¿y el alcalde? ¡Bien, gracias!
Que al paso que van las cosas, la pandemia causada por el coronavirus va terminar por afectar no solo la salud y la economía sino un sinnúmero de proyectos vitales para muchos como en el caso de León que la necesidad de agua llevó al proyecto de la Presa El Zapotillo mismo que hoy se encuentra técnicamente en estado de coma.
Pues resulta que desde aquella resurrección del tema del alto de la cortina que podría inundar las comunidades de Acasico, Palmarejo y Temacapulín en los Altos de Jalisco la condicionante para ejecutar la obra era que se pusieran de acuerdo el gobierno de Jalisco y los pobladores, la pandemia frenó las negociaciones.