Que llamó poderosamente la atención que al final de todo un enorme operativo para capturar a José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro, uno de los hombres más buscados por la justicia no solo de Guanajuato sino de México por su peligrosidad al final se haya quedado en la entidad para ser procesado por el delito de secuestro en contra de una empresaria.
Pues lo que normalmente sucedía luego de un operativo de tal envergadura era que al detenido se le llevaba a la Ciudad de México y era presentado, al menos en fotografía por parte de las autoridades federales, esta vez no hubo presentación de detenido y solo una relatoría de cómo sucedieron los hechos.
Que a la Ciudad de México fue a Angélica “N” identificada como la cuñada de Yépez Ortiz y en un muy discreto operativo que apenas si llamaba la atención para que comparezca ante la autoridad federal por la posible comisión de delitos como delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita pues se le identifica como operadora financiera del cártel.
Otro dato interesante del caso es que se lleva aquí en el estado es que al momento de su detención dos de los cómplices de El Marro resultaron ser ex policías al parecer de corporaciones municipales de la zona en donde operaba el cartel según nos contaron lo que habla de una posible infiltración de las fuerzas del orden.
Que hablando policías municipales en donde el horno no está para bollos y ya se han hecho señalamientos al propio alcalde es en el municipio de Silao, donde nos comentan que la disputa de los grupos delictivos que operan en el municipio no solo es del territorio sino también del control de la corporación.
De hecho son 14 municipios donde se tiene identificada la presencia de grupos delictivos según datos dados a conocer por el secretario de la Defensa Nacional en Guanajuato en donde no resultaría nada raro que también la delincuencia haya intentado infiltrarse especialmente en los territorios más vulnerables.
