Que desde el año pasado la diputada de Morena Alma Alcaraz, quien por cierto entiende de temas relativos a la fiscalización de recursos, fue insistente en la necesidad de auditar al Fideicomiso de Administración e Inversión para Financiar Obras, Infraestructura, Proyectos y Acciones Prioritarias en materia de Desarrollo Social y Seguridad Pública.
Por lo que sorprendió que ayer la misma bancada de la 4T se opusiera a la revisión de las cuentas del Fidesseg, propuesta por la bancada del PAN, lo que confirma que el verdadero interés de los morenistas no necesariamente es la rendición de cuentas y la transparencia.
Que fue el 22 de marzo del año pasado cuando Alcaraz Hernández presentó un punto de acuerdo para exhortar al titular de la Auditoría Superior del Estado de Guanajuato, a realizar una auditoría integral al fideicomiso entre 2020 y 2022.
En ese entonces cuestionó que uno de los problemas fundamentales de operar los recursos públicos mediante fideicomisos se encuentra en su carácter contractual que implica la carencia de personalidad jurídica del instrumento financiero.
Que pareciera que la política de la primera minoría en el Poder Legislativo local es actuar como el famoso personaje de la Chimoltrufia, pues como dicen una cosa dicen otra y al final de cuentas, si no hay raja política el tema no interesa.
Y es que tuvieron en sus manos la posibilidad de auditar al Fidesseg, cuya operación en efecto ha generado dudas, sobre todo por la reserva hecha por 3 años a la entrega de informes sobre la operación del mismo y que la diputada Hades Aguilar de Morena denunció en tribuna ¿Entonces?