El Gobernador Humberto Moreira, el Fiscal Jesús Torres Charles, el Jefe de la VI Región Militar, Dagoberto Espinoza, el Jefe de la Zona Militar, Marco Antonio González Barreda y todos los mandos militares que formaban parte del Modelo Coahuila se reunían una vez al mes en Saltillo, en la casa de la periodista y asesora, Isabel Arvide.
Antes de uno de estos encuentros, el Comandante de la Región, González Barreda, pidió que ya no estuviera presente Torres Charles porque no confiaba en él. Un atentado de los Zetas en contra del General Mendoza de Monclova había detonado el distanciamiento entre ambos. González Barreda tenía reportes de que gente de Torres Charles vigilaba al General en su casa antes del ataque en el que murieron dos marinos y un militar que escoltaban al mando castrense.
“Moreira empieza a decir: no te preocupes, yo lo voy a quitar [a Torres Charles], mañana lo quito, yo no tengo nada que ver, no tengo por qué protegerlo. La confrontación entre el militar y Torres Charles era terrible, casi de insultos”. Durante la comida del 15 de septiembre de 2009, Arvide le dice a Moreira: “gobernador, es la cuarta vez que nos dices que vas a quitar a Torres Charles y no lo quitas”.
Unos meses después de ese encuentro, uno de los hijos de Moreira fue detenido por el Ejército en un retén de la carretera entre Monterrey y Saltillo. “La versión de Moreira es que lo hincan, lo humillan, lo golpean, le quitan las armas, le quitan el dinero, la escolta que tenían y lo tienen así una hora. Moreira me habla y me dice ¡Háblale a Galván! ¿Cómo chingados está pasando eso? ¡Si yo defiendo tanto a los militares! ¿Por qué me lo hace?”.
La versión del secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, es que acababa de ocurrir un enfrentamiento en Monterrey y todas las salidas estaban selladas, por lo que al ver las unidades blindadas del hijo del gobernador, los soldados hicieron una revisión en la que, reconocía, se habían “extralimitado”.
“Pero Moreira estaba furioso y a partir de eso luego va a verme Javier Villarreal para decirme que va a haber un ajuste económico y que no se les va volver a dar dinero a los militares y que lo que se va a hacer es pagarles su sueldo nada más y por cheque, que ya no va a pasar nada por mis manos”.
Otro de los factores que provocaron el fin del Modelo Coahuila fue la aparición de decenas de bardas en Coahuila en las que se leían insultos en contra del presidente Felipe Calderón, acusándolo de alcohólico, hecho que se le atribuyó al gobernador Moreira. Después de esto, el presidente Calderón le pidió a Arvide que fuera a verlo. En la reunión celebrada en la residencia oficial de Los Pinos, en la Ciudad de México, se volvió a mencionar el tema de la supuesta relación de Torres Charles con los Zetas. Este es el diálogo reconstruido por Arvide:
- Tráeme las pruebas para que yo lo pueda detener- habría dicho el presidente Calderón.
- ¿Qué más pruebas que ha dicho por el mismo Comandante de la Región?- comentó la periodista.
- Sí, pero yo necesito pruebas.
- Hay muchísimas maneras de detener a alguien…
- No, no lo voy a hacer si no tengo pruebas.
Al regresar a Coahuila, Arvide le contó de su reunión a Moreira, pero éste se molestó por el hecho de que nueva cuenta se centrara todo en Torres Charles.

La ex asesora reconoce que el Modelo Coahuila también fue usado electoralmente. “El general González Barrera y yo hacemos un mapa respecto a donde teníamos que actuar para cerrarle el paso a los Zetas. Yo le llevo ese mapa a Moreira y el me replantea el mapa de seguridad por su mapa político, porque lo que a él le interesa es que haya seguridad en donde hay electores, y así mandamos al General Bibiano a Torreón en lugar de cerrar Guerrero y Sabinas. Entonces, la razón de seguridad pasa a segundo plano por la razón política y dejas un espacio abierto para la criminalidad, para los zetas”.
Esta es la misma valoración que hace el secretario de gobierno de ese entonces, Armando Luna Canales. “Humberto le apuesta al modelo Coahuila y creo que fue una respuesta más política que de seguridad. Fue decir: “traigo militares, o exmilitares, que hagan las funciones de seguridad”. Fue un diagnóstico políticamente correcto, pero en el operativo la verdad es que son mundos totalmente distintos”. Luna Canales cuestiona también el Modelo Coahuila. “Pues lo voy a decir así: creo que era una ocurrencia. Esta señora Arvide se movía entre lo político, lo militar y la seguridad y, entre que iba y traía chismes, vendía un supuesto tema de que lo que faltaba era orden y para eso se necesitaba a un general en la dirección de la policía, y esto, en efecto, llevó a ordenar a algunas cosas”.
Para el ex funcionario, uno de los principales factores que provocaron que Los Zetas entraran al Estado fue la disputa permanente entre el gobernador y el presidente. “Humberto era tremendamente irreverente con el expresidente. Hubo dos o tres cosas que marcaron, pero la zmás fuerte fue la de las bardas pintadas. Eso desbordó ahí los ánimos. Luego mandaron declarar a Humberto con un agente de la SEIDO porque había declarado a la prensa que el compadre del presidente estaba relacionado con El Grande, y el tercer hecho fue cuando en algún momento el presidente les dice a los gobernadores “es su bronca” y Humberto le respondería algo así como “qué valiente, presidente Calderón. Usted allá en los Pinos rodeado de 5 mil elementos de guardia presidencial”. Creo que eso irritó muchísimo a Calderón y generó bastantes conflictos en el estado, entre los que estuvo después la masacre de Allende”.
(CONTINUARÁ…)
Capítulo 12 de la serie “El lugar donde se arrastran las serpientes”