Policía

Hacer el amor y un libro

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Managua, Nicaragua.- En Wasala hay zancudos todo el día, zancudos por todos lados y en la noche es peor, jejenes, bocones, y toda suerte de mosquitos e insectos, y no podés dormir porque se te meten en la cobija, y tenés que hacer bracitas debajo de la hamaca, fuego pequeño, tizones para que den humo, porque vos estás en una hamaca y oís el bruuuuuuu intermimable en los oídos; y hay un insecto chiquito que jode todo el día, que se mete entre los poros de la hamaca o de la cobija, y te anda picando por dentro. Eso es una pesadilla, es horrible, porque no podés dormir en paz; eso hace que la cara se te arrugue en la montaña, porque ahí uno vive con la cara dura… Esto es parte de lo que lee en el jardín de su casa el veterano comandante sandinista, Omar Cabezas.

Se trata de un fragmento de “La montaña es algo más que una inmensa estepa verde”, un relato deslumbrante de sus inicios como guerrillero que se convirtió en libro y que - impulsado por Julio Corátzar y Eduardo Galeano- recibió en 1982 el Premio Casa de las Américas.

“Tengo en mis manos ahora una de las tantas copias del libro de la montaña. Debo confesar ahora que en aquel momento pensé que los de Casa de las Américas eran unos irresponsables al haberme dado ese premio, porque yo no le daba valor literario a este libro”, cuenta, jocoso, el viejo guerrillero.

-¡Es un libro fascinante! ¿Podría platicarnos cómo lo escribió?

-A mi siempre me da risa -y un poquito de pena, aunque ya la pena la he venido perdiendo- pero este libro no es escrito: este libro es grabado, y tiene que ver con que después del triunfo de la revolución, todos éramos solteros, en el sentido de que no éramos casados con hijos ni nada de eso: éramos jóvenes recién saliendo de la adolescencia la mayoría de nosotros, por lo que yo me puse a contar esta historia que luego se volvió libro.

-¿Entiendo que además de ser guerrillero, usted era escritor, como muchos de los líderes y miembros del Frente Sandinista?

-Bueno, resulta que hago el libro y gana el concurso de las Américas, luego hacen una película de ficción y la película clasifica en el Festival Mundial de de Cine Nueva York, por lo que me empezaron a calumniar que yo era escritor. Y la verdad es que yo no soy escritor: es decir, aquí no hay una palabra escrita. Yo nunca me logro sentar físicamente a plasmar mis ideas. Tengo cierta discapacidad en ese sentido.

El volumen es un relato deslumbrante de sus inicios como guerrillero. María Secco
El volumen es un relato deslumbrante de sus inicios como guerrillero. María Secco

-Entonces, ¿cómo escribió el libro?

-Este libro nació grabado, esa es la verdad. La historia real, y no me apena mucho transmitirla, es que este libro fue grabado y la mayor parte de la grabación la hice como Dios me trajo al mundo.

-¿Cómo Dios lo trajo al mundo?

-Lo que pasa es que a mi me gustaba charlar cuando hacía el amor y entonces, en una ocasión, una compañera con quien hice el amor y grabé mi voz platicando, me dijo: “Omar, dame una copia de lo que grabaste el día que estuvimos juntos”. Por cierto, esa compañera era una amiga mexicana, y entonces yo cometí el error de darle la copia, y esta muchacha, que era una intelectual, después me decía: “Omar, ¡qué bárbaro! Vos tenés que escribir”, y yo respondía: “Estás loca, yo no soy escritor para estar escribiendo”, por lo que ella dijo al final: “Bueno, pues entonces grabemos”. Y así fue como se escribió este libro.

-¿Quién era ella?

-Por prudencia no te puedo decir.

-Tiene razón, ¿puede relatar un poco más de su proceso creativo?

-Empezamos a grabar en algún momento como Dios nos trajo al mundo. Por hacer el amor con ella fue que empezamos a grabar, pero luego ella se tuvo que ir, porque no era nicaragüense, y yo dejé de grabar, pero entonces me gusto el feeling -por decirlo de alguna manera- de grabar haciendo el amor con una muchacha.

Después de que se fue, había una muchacha que a mí me encantaba, entonces yo le dije un día: “amor, ¿grabamos algo?, y ella dijo: “ay, sí” y ella me dice: “qué bonito, sigue grabando”. El resto, usted puede imaginarlo. Por eso ahora se puede decir que este libro fue hecho absolutamente desnudo. Hay algunas personas que han hecho estudios literarios y me dijeron que pareciera ser que las partes altas más altas de este libro algo tienen que ver con el orgasmo.

-¿Y cómo se convirtieron esas grabaciones en letra impresa?

-Mi secretaria Lilian empezó a tapear esas cuestiones y ella, a la que también le gustaba la literatura -dicho sea de paso-, como que se confabuló con la ayudante del compañero Bayardo Arce y entre ambas me pidieron que yo siguiera grabando.

-¿Y quién fue su editor?

-Ernesto Cardenal, quien sin mi permiso publica una parte en una famosa revista de cultura que tuvimos nosotros durante la revolución. Lo publican ahí, y entonces ese año vino Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, vino la flora y la fauna una de la literatura latinoamericana y creo que les agradó lo que leyeron. ¿Y qué pasó entonces? Una noche, Eduardo Galeano está con julio Cortázar, y ellos han leído la revista en su habitación. Aparentemente descubren eso mío que ahora se llama literatura pero que es una chochada, entonces ellos me quieren conocer, pero ellos ni se imaginan que yo no hecho nada, entonces es Eduardo y Julio los que empiezan a hostigarme con Ernesto Cardenal, a molestarme para que yo haga todo un libro. Esa es la historia real de como se hizo el libro de la montaña.


CONTINUARÁ…

Capítulo 9 de la serie periodística “Samuel Noyola: Retrato de un desconocido”.



Google news logo
Síguenos en
Diego Enrique Osorno
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.