Los contagios al parecer son muchísimo más que al inicio de esta pandemia, pero quedarse con esta lectura sería muy sesgado lector mío, no podemos comparar los números actuales, con los del año pasado, por la sencilla razón de que al inicio de todo esto, los datos, las mediciones, el número de pruebas eran muy diferentes a las actuales.
Es cierto la tercera ola está presente ya, algunos hospitales saturados, pero tampoco es como lo comentan de que están casi al tope, bueno sí lo están, pero contra el número de camas actuales, que no son las mismas que al principio, hoy se tienen menos camas hospital destinadas a covid que hace un año, así que de ser necesario se pueden reconvertir más.
En fin, que no falta quien termine por decir que seguimos mal, en lo particular no lo creo, incluso, veo una mayor coordinación entre autoridades federales y estatales, además la campaña de vacunación lenta, pero está funcionando.
El tema real es que al no estar ya encerrados como meses atrás, el grado de contagios aumenta y no tanto porque no se respeten las medidas solicitadas, sino por que nos estamos desplazando, nos estamos trasladando de un punto a otro, no tan solo del trabajo a casa y de regreso, sino también ya hay movilidad de esparcimiento.
Muchos son los que deben de usar los medios públicos para moverse, y es en donde las medidas de seguridad ya no aplican tanto; no conocemos al otro y por más que nos cuidemos, el virus está presente, basta con que alguien asintomático no guarde sus sana distancia, no use cubrebocas o no tenga higiene personal para que pueda contagiar, y si esto sucede tenga por seguro que la enfermedad se esparcirá, no queda más que cuidarse.
David Aarón Cárdenas
