Uno de los que están desquitando su chamba en el gobierno local es Santiago Nieto, procurador de Justicia del estado, quien llegó con la guillotina y la lupa para revisar uno a uno cada municipio de Hidalgo y hasta ayer llevaba 13 de ellos con evidencias claras de corrupción.
Lo que nunca pasó entre cambio y cambio en gobiernos anteriores, hoy está apareciendo, me refiero a auditorías reales y precisas de cómo se movieron los dineros en las gestiones de los ayuntamientos.
Se hacían, pero al final se decía que todo gasto quedaba justificado, ahora con patrón nuevo, la cosa parece pintar distinto. No estoy diciendo que mejor, simplemente distinto, ya veremos cómo se van acomodando las cosas y cuanta alcaldía más sale embarrada.
Solo espero que don Santiago también pise los callos de la secretarías a nivel estatal, porque para ir a fustigar a los municipios está bien, pero ese dinero no se manejó solo, a nivel estado muchos nombres podrían también salir a relucir.
Por ahí veo a varios ex secretarios mostrando una vida de lujos y excesos que ni de cerca cuando trabajaron como como funcionarios públicos, les daba para vivir así.
Y por más que digan que es producto de negocios personales, en honor a la verdad todos los cercanos a esos círculos políticos, sabemos que, para muchos de ellos, es producto de prebendas, de malos manejos, de favores y de acarrear agua para su molino, con amigos empresarios o con prestanombres, peculado a todo lo que da.
Y cuando ya esté el mentado Instituto Hidalguense para Devolver al Pueblo lo Robado, pues ya andaremos yendo a ver las subastas que se hagan para comprar algo.
David Aarón Cárdenas
