El segundo debate de nuestros candidatos y candidata para gobernar Hidalgo, a pesar de que a muchos no les gustó, la verdad es que en los hechos tuvo mucho más contenido que el primero, en donde se atacaron más que proponer, el de esta semana que termina no fue así.
Es cierto, no se quedaron con las ganas y dos o tres “llegues” se metieron con comentarios alusivos al mal manejo de los partidos de los candidatos que hablaban, pero en general más propuestas que críticas, aunque falta todavía llegar al intercambio crítico de ideas, ojalá en el tercero y último sí veamos algo de eso.
De lo hablado, para mí el tema de la obra pública fue el más revelador, mientras una (Carolina) puso en la mesa de manera concreta qué es lo que ella haría, los otros hablaron de la corrupción que hay en ese sector, cosa que ya sabemos, y de que harían estudios “estratégicos” para ver qué es lo más necesario por hacer en su periodo, que pues mucha ciencia no se requiere lector para darnos cuenta que la buena infraestructura de caminos, puentes y carreteras es la antesala para que el crecimiento, movilidad y productividad se hagan presentes, y ahí Hidalgo está en el peor de los lugares, baste ver cómo están las calles de la capital Pachuca, que si le digo que para llorar me quedo corto.
Cada estado de nuestra República se compone de municipios que son en la práctica, los que deberían operan el Plan Estatal de Desarrollo, el que gobierna no es el todo poderoso ni es el que debería dictar qué, cuándo y cómo se harán las cosas, es el que con su liderazgo hace que las fichas del ajedrez operen en armonía de acuerdo con una línea rectora, empezando precisamente por la obra pública.
David Aarón Cárdenas
