Y sí, al final lo que todos imaginaban, pero en verdad pocos esperaban, sucedió, Genaro García Luna no hizo su tres de tres, si no que tenía cinco cargos criminales encima y en los 5 fue declarado culpable, lo que para muchos fue el hombre más poderoso de México entre 2006 y 2012, incluso por encima de Felipe Calderón, hoy quedará tras las rejas.
Después de poco más de dos años y de dimes y diretes entre Estados Unidos y México, pero sobre todo a nivel de política interna, donde Morena acarreó agua para su molino criticando y señalando tanto al PAN como al PRI como culpables, el veredicto se dio y culpable, repito, lo halló.
Y sobra decir que todo este circo cayó como anillo al dedo para la cuarta transformación, ha sido un bálsamo además de mediático, del olvido le llamaría yo, porque todos los reflectores han estado en este tema de García Luna, mientras las grandes carencias y la pérdida de poder adquisitivo (aunque tengamos súper dólar), están pasando al segundo plano.
Le aclaro que no se juzgó y sentenció a un hombre, se juzgó de cierta manera aun pasado mexicano que representaba a todo un régimen “neoliberal” como diría Andrés Manuel López Obrador, ya que hablar de Genaro es hablar de Vicente Fox, de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, expresidentes de nuestro país,
No echemos en saco roto lo sucedido, por donde le vea fue histórico, por primera ocasión un secretario de Estado mexicano es enjuiciado y sentenciado, esto sin duda marcará un antes y un después de la justicia norteamericana contra el régimen político de nuestro país.
Le aclaro que no fue el primer secretario de Estado, antes recuerde como también querían “entambar” al general Cienfuegos, que para los que saben y le han investigado, también está hasta el cuello metido en temas de narcotráfico, pero ahí sí AMLO mismo metió mano para sacarlo y que nos lo regresaran sin haberle tocado un pelo, ejemplo claro del enorme poder que tiene el Ejército mexicano, pero esa es otra historia lector mío.
David Aarón Cárdenas