Con estas lluvias que han arreciado en nuestra ciudad, queda de nuevo en evidencia este problema ya muy añejo, le hablo de la deplorable situación que guardan las calles pachuqueñas.
Cada vez es mayor el parque vehicular que circula por sus vialidades y la ingeniería que se usa para mantenerlas sigue siendo prácticamente la misma desde hace décadas y se ha quedado obsoleta a la realidad actual.
Los baches se encuentran entre las principales causas de accidentes, yendo de la mano de fallas del automóvil y por supuesto del uso del celular mientras se conduce, el bache provoca un daño sobre todo en la suspensión, la dirección y las llantas del vehículo.
Lo anterior genera temporada con temporada una pérdida millonaria en reparaciones, dadas las condiciones de las vialidades urbanas.
Este problema no es cosa menor, porque de siempre se ha preferido el bajo costo en lugar de la calidad de los materiales para reparar, provocando que estas sean más frecuentes. La pregunta es: ¿por qué si sabemos que el concreto dura hasta 20 años sin requerir mantenimiento, insistimos con el uso del chapopote y asfalto de mala calidad que duran menos de un año? No es que peque de mal pensado, pero a todas luces la respuesta es que se prefieren parchar calles por un bajo costo de manera constante, porque al final es un sistema de corrupción donde las empresas asignadas para este fin ofrecen materiales más baratos por contratos de varios años a un “módico” costo. Esto es bien conveniente para los ediles en turno, ya que no solo nos dicen los grandes millones que gastan para reparación, sino que además, en su gestión andamos viendo obras constantes en las avenidas del municipio, obras que no son otra cosa que remiendos al trabajo mal hecho con anterioridad. Por lo que no se vale la excusa del presidente municipal indicando que no hay dinero presupuestado para arreglar algo que es necesario, su obligación es hacer algo en materia de ahorros y austeridad para resolverlo, punto.