El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), aprobó en días pasados los Lineamientos sobre la Elección Consecutiva para Senadurías y Diputaciones Federales, por ambos principios, para el Proceso Electoral Federal (PEF) 2023-2024, los que permitirán, por primera vez en la historia electoral de México, la reelección senatorial.
La vida política del país (neoliberal), con la llegada al poder de la cuarta transformación en el 2018 se desquebrajó por completo y no solo hubo cambio de jugadores, sino de reglas con todo y juego.
La tradición hegemónica neoliberal de aquellos que se sintieron dueños de México no solo de la vida política sino de la cultura, la prensa, academia, universidades, etc., se toparon con pared y hoy se retuercen desorganizados pues no hay quien pare la continuidad de la transformación.
Y todos los cambios no hubieran sido posibles sin la ayuda de legisladores comprometidos con el movimiento encabezado por el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, donde los postulados de la cuarta transformación de no robar, no mentir y no traicionar han sido el talón de Aquiles de aquellos que no comprendieron el movimiento desde su raíz.
En ese sentido, hay quienes con un ánimo oportunista y convenenciero se hicieron pasar por morenistas o seguidores y han sido una vacilada.
Por ejemplo los Senadores Germán Cazares y Lili Téllez que llegaron gracias a MORENA (hoy traidores), escupen contra el movimiento que les abrió las puertas al Senado. Aprovecharon la oportunidad sin desprenderse de los intereses de quienes se sintieron dueños de México y de la política.
El partido encabezado por Mario Delgado deberá aprender del pasado y perfilar a ciudadanos comprometidos con el movimiento, más allá de oportunistas y calenturientos que “futurean” hacia próximos cargos.
Los ambiciosos vulgares no caben en la transformación.
Solo deben perfilarse –insisto-, ciudadanos comprometidos con la moral y ética del movimiento encabezado por AMLO.
El gran reto para la continuidad de la transformación es ganar la presidencia de la República con Claudia Sheinbaum pero sobre todo, lograr la mayoría en ambas cámaras para continuar con la agenda legislativa pendiente y reforzar los cambios estructurales que se han venido dando, sobre todo los pendientes con el Poder Judicial de la Federación (PJF), que con el pretexto de la autonomía, se sienten intocables del poder soberano.
Pero esa, esa es otra historia de su infalibilidad autoritaria.
Celebro que por vez primera como derecho constitucional los aliados incondicionales y seguidores fervientes de la 4T (legisladores), puedan aspirar a seguir contribuyendo al cambio paradigmático de la vida política y social del país.
Quienes están definidos y resueltos a seguir con el movimiento que retuerce a los emisarios del pasado deben continuar.
Los, las y les vulgares ambiciosos deben relegarse. La consolidación no puede estar en juego.
La elección consecutiva de Senadores y Diputados Federales afines al movimiento de manera probada deben continuar.
La transformación no debe estar en juego…
@cuauhtecarmona