Política

Apasionamiento político en tiempos de elecciones

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  • Apasionamiento político en tiempos de elecciones
  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

En tiempos electorales la pasión se desborda y más cuando te encuentras en alguna trinchera del campo político. 

Como seres sintientes estamos compuestos de pensamientos y estados de ánimo que producen episodios temperamentales y donde en sí, revelamos la personalidad y el carácter.

El triunfo del próximo 2 de junio de Claudia Sheinbaum a la oposición les retuerce y no les ha quedado más que articular una campaña de odio y desprestigio. 

Una pasión desbordada de una minoría opositora al cambio y a la continuidad de la cuarta transformación.

Comprender y estar inmersos en un proceso político y sociológico como el que estamos viviendo lo tenemos que pasar por el tamiz metodológico de la comprensión profunda a través del conocimiento. 

Sea este vulgar, científico o filosófico recordando a mi maestro Narciso Pizarro (metodología de la investigación), en tiempos doctorales.

Entender a los políticos estoy convencido es un arte. 

Para comprender la esencia intrínseca que condiciona su comportamiento es remontarnos a los clásicos para comprender los pasos de quienes buscan gobernarnos.

Los grandes genetistas de la política nos llevan a la reflexión: ¿Qué debe ser un político?

Los clásicos insistieron en dos modos de ver el mundo. Cómo deben ser las cosas (Platón y Kant), y cómo son (Aristóteles-Nietsczche). 

El moralista-idealista y el realista- nihilista. Y es que el político de ayer como el de hoy debe volcar su esencia política como diría Michels en tres virtudes: “pasión, sentido de responsabilidad y mesura”.

Esta conceptualización pudiera ser incomprensible pero todo político se vuelca en emociones donde la mesura y “lo políticamente correcto”, a veces queda rebasado por los debates, la contestación y la protesta que en tiempos de polarización es hasta exigible. 

Los ambientes silentes o de borregadas han quedado en el olvido. 

Estoy convencido que debemos normalizar la discusión cuando el atropello, la injusticia y el desorden impere. Lo difícil es responder con mesura cuando la estulticia y estupidez se impone.

Sin embargo no quisiera se me tachara de anarquista y agitador pero las formas de hacer y estar en la política hoy en México con la llegada del presidente López Obrador han cambiado. 

El poder soberano del pueblo es el que manda, el que pone y el que quita. Y si, el pueblo es sabio.

El ejercicio del poder conlleva entender un fenómeno político (intrínseco e indisociable) que a todos los ciudadanos nos atañe y es: el poder soberano del pueblo que espera que mejoren la esperanza de vida, generen trabajo, seguridad, condiciones favorables de vida. 

La pasión del político debe ser gobernar bien.

La pasión del ciudadano saber exigir e increpar en ambientes efervescentes como los que estamos viviendo. Ningún marinero se ha hecho en aguas mansas. 

Hay que responder y tomar un papel activo en la historia, la cual es inédita y fascinante, como es la pasión en tiempos de elecciones…

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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