Dentro de las propuestas de campaña no pueden faltar dos que considero muy importantes y que, también, han sido una constante en las pláticas con los vecinos del distrito 06 federal.
Me refiero al contrapeso que debe ser un diputado frente a otros poderes, así como a la gestión y representación de los ciudadanos de cada distrito.
Ambos temas han sido motivo de comentarios, de manera constante, en esta columna, sobre todo si partimos de la naturaleza misma de la división de poderes del estado. Nuestro sistema democrático exige que cada poder público, legislativo, ejecutivo y judicial, sea contrapeso de los otros dos, de ahí la exigencia ciudadana de que todo proyecto de reforma o de ley sea meticulosamente estudiado y analizado por parte de los diputados, más allá de avalar todo lo que viene del ejecutivo sin análisis previo, la exigencia de que dicho documento realmente signifique un cambio legislativo que permita una mejor gestión administrativa del poder ejecutivo y de todos los servicios que brinde el estado a la ciudadanía.
Lo anterior ya lo hemos vivido en el actual sexenio, cuando el Poder Legislativo, ha dado marcha atrás a diversas reformas del presidente en diferentes ámbitos, pero todas con un claro objetivo de afectar a las instituciones democráticas de nuestro país.
Por ello, es importante la buena gestión de un diputado en el papel de ser revisor de todos los proyectos de ley o de reforma que pasen por sus manos, con la finalidad de ser un garante del sistema democrático que nos rige y, lo más importante, ser un verdadero representante de sus electores y escucharles siempre, pues al final, ellos eligen a su representante basados en un ideal común.
La segunda función de los diputados, es la de ser un enlace entre el ciudadano y las diversas autoridades; una realidad es que en muchas ocasiones el ciudadano no sabe ante qué autoridad puede acudir para realizar una petición o resolver un problema; otra realidad es que el ciudadano muchas veces no es escuchado y es ahí donde, el diputado como representante de sus electores y de todos los habitantes de su distrito, debe realizar todas las gestiones que sean necesarias para ayudar a las personas a tener contacto con la autoridad o ayudar a resolver los temas que pueda tener respecto de servicios públicos o cualquier asunto relacionado con la actividad estatal.
Estas funciones de representación y de contrapeso son temas que la ciudadanía pide. Finalmente, estimados lectora y lector, te invito a votar este dos de junio; no dejes de ejercer tu derecho al voto, sé ejemplo para tus hijos, ve a votar en familia, con amigos, con vecinos… hagamos de este ejercicio un verdadero ejemplo de jornada cívica electoral. La participación de todos es muy importante, pero la participación en paz es indispensable para seguir construyendo un México democrático, ordenado y generoso.