Pocos símbolos comerciales tienen tanta historia y significado como el clásico poste del barbero.
Ese cilindro giratorio de rayas roja, blanca y azul que adorna la entrada de muchas barberías no es sólo un elemento decorativo sino un emblema cargado de tradición, cuya existencia se remonta siglos atrás y representa una curiosa combinación entre la medicina y el arte del corte de cabello.
Su origen data de la Edad Media, época en la que los barberos también realizaban algunas cirugías y extracciones dentales por lo que se les conocía como “cirujanos barberos”.
Un claro exponente de esta actividad fue Ambroise Paré, estilista francés que se convirtió en médico de los reyes de su país y al que se le considera “padre de la cirugía”.
Esta relación barbero-médico se asocia con el poste que los clientes sostenían mientras les practicaban la sangría, un procedimiento que consistía en extraer sangre con fines curativos.
El color blanco simboliza los vendajes y el rojo la sangre, mientras que al azul se le atribuye una referencia patriótica, aunque otra teoría sugiere su relación con las venas.
Así nace el mástil de madera rojo y blanco que se convirtió en emblema de los barberos, al que después le incorporaron la banda azul.
Con el avance de la ciencia médica, las funciones quirúrgicas fueron ejercidas únicamente por profesionales de la salud mientras que los barberos se dedicaron nada más al cuidado estético.
Sin embargo, el poste permaneció como un recuerdo visual de aquellos inicios compartidos entre la barbería y la medicina, por lo que muchos establecimientos lo conservan en homenaje a la tradición e incluso en varios países constituye un símbolo protegido por leyes específicas sobre su uso.
Tal ha sido su importancia que se ha convertido en pieza de exposición, ya que el Museo del Patrimonio en Vancouver, Canadá, alberga un ejemplar de 20 metros de altura y en la ciudad de Forest Grove, Oregón se construyó uno de casi 22 metros que se ha convertido en una de las principales atracciones del lugar.
Hoy en día, el poste del barbero es mucho más que un anuncio de servicio: es una pieza viva de la historia.
Así que, cada vez que veas girar un poste de rayas roja, blanca y azul, estarás contemplando un legado que mezcla ciencia, historia y cultura popular.
