En toda democracia desarrollada de cualquier país del mundo, hablar de “voto útil” es entender un voto inteligente, un voto estratégico. Es orientar el sufragio hacia la fuerza política que, en la mayoría de los casos, no es la que el ciudadano al inicio ha querido respaldar, pero en ese momento de la elección servirá más en el equilibrio de las fuerzas políticas.
Es importante decir que, en México como país, si bien podemos hablar de una democracia consolidada, no es estrictamente desarrollada. Empero, en Jalisco en cuestión político-electoral como en muchos otros rangos, se cuece aparte.
Vamos partiendo del conocimiento, Jalisco es el primer estado de la república en el que los partidos tradicionales PRI y PAN fueron tanto derrotados como eliminados competitivamente de los procesos electorales.
Razón que ayuda a entender porque la “Alianza por Jalisco” nació muerta.
Vale la pena destacar que, no obstante la debacle de los partidos tradicionales en el estado, por momentos la alianza antinatura (PRI-PAN y PRD) por cuestiones exógenas ha recibido oxígeno puro. A saber:
1. La violación de los tiempos electorales por parte de las cúpulas partidistas para imponer de manera temprana a Xóchilt Gálvez, y la estrategia de llevar al imaginario colectivo la idea de que la candidatura emergente de la senadora era altamente competitiva para arrebatarle al lópezobradorismo la Presidencia de la República, funcionó inicialmente. No obstante, en menos de dos meses, el fenómeno fue alcanzado por su propia realidad.
2. Ante la falta de rentabilidad electoral de la Alianza por Jalisco, relegados y diminutos grupos políticos de esencia conservadora buscaron colgarse a la escena política estatal impulsado el “novedoso” voto útil. Es decir, impulsar su candidatura presidencial, pero colgarse de la candidatura ganadora de Pablo Lemus.
3. Desconozco si por falta de oficio o ingenuidad (omito mi opinión respecto de algunos candidatos), ciudadanos poco informados pero participativos se sumaron a la estúpida (entiéndase como falta de inteligencia) moda de llamar al voto útil, en este caso, un voto diferenciado a favor de la alianza PRI-PAN a nivel federal y a nivel local para Movimiento Ciudadano.
Con respecto a lo anterior, tal y como lo señalé en la columna anterior, el muy cuestionado argumento de que Xóchilt Gálvez es la única opción que le puede ganar a la candidata de AMLO, se encuentra fuera de la realidad.
Como lo exhiben los recientes estudios de opinión que muestra esta semana el diario Reforma, la emergente y efervescente candidatura de Jorge Máynez en algunos estados como en Jalisco, ya mandó a Xóchilt al tercer lugar de las preferencias electorales.
Lo anterior, me lleva a advertir que de continuar con la estúpida estrategia de “voto útil”, solo vamos a confundir a los ciudadanos, y en consecuencia abrir las puertas para que, bajo la jugada del tercio mayor, Morena arribe con carro completo a las Cámaras y Congresos locales.
Les explico: en el Área Metropolitana de Guadalajara, de todas las encuestas serias que he analizado, ningún candidato a diputado de la alianza del PRIAN se acerca a la preferencia electoral del 10%.
Si bien en la mayoría de los distritos locales y federales MC lidera las preferencias electorales, la única manera de poder garantizar el freno de Morena en Jalisco, es votar todo naranja.
Quiero recordar que, desde antes de iniciar la contienda electoral, el partido Movimiento Ciudadano se fijó como principal objetivo convertirse en la segunda fuerza electoral de México, hoy es una realidad.
Tiempos difíciles se visualizan para el frente opositor. Su objetivo se limita a salvar su registro. En este caso, son los costos de la vieja política al jugar electoralmente con liderazgos inventados.