Cultura

Silvia Pinal

  • Malas compañías
  • Silvia Pinal
  • Celeste Ramírez

La gran diva. Hermosa, lúcida y siempre divina. Silvia Pinal —me resisto a llamarla doña— es un ícono de esos cine que se ha ido. De esos inicios de la televisión y gran señora del teatro.

Una actriz completa.

Musa del director español Luis Buñuel, Silva Pinal, inspiración del gran maestro de la pintura mexicana Diego Rivera, inspira y expone su vida actoral y privada en Esta soy yo (Porrúa, 2016), una autobiografía necesaria que recorre su incansable trayectoria.

La vida personal y familiar: los amores y las relaciones fallidas. Emblema del cine mexicano; actriz y empresaria teatral, pionera de la televisión, su activismo político y su participación como empresaria mexicana.

El libro ofrece una variedad de anécdotas: sus amigos, sus novios, sus fracasos y exilios.

Esas nostalgias y los golpes en el corazón que inevitablemente llegan para quedarse. Son las confesiones genuinas y sinceras de todo lo que le han tocado vivir.

En 383 páginas la vida de la diva, narrada en primera persona. La historia acompañada de fotos maravillosas de todas las etapas de su carrera.

Imperdibles los extractos dedicados al director de cine español Luis Buñuel. Va desde la construcción del guion de la emblemática película Viridiana, “el guion de la película se escribió en la sala de mi casa”. La historia —explica— está basada en una vieja fantasía del propio Buñuel y “un pequeño cuadro que vio en el Museo del Chopo, en la ciudad de México, en el que una monja vestida con un camisón de manta rezaba frente a una corona de espinas y una clavos”.

En cuanto a la película El ángel exterminador, locación a la que, por cierto, visita Marilyn Monroe, Silvia escribe que fue quizá el primer ejercicio de reality show de la historia del cine, “el primer Big brother. Buñuel jugaba con los pensamientos y las ideas de unos y otros, a veces resultaba maquiavélico”.

Una de las preguntas que, dice Silvia Pinal, más le cuestionan, es que su fue la novia de Pedro Infante. Y no, aclara. Eran amigos. Pura friendzone.

De igual manera, la narración de cómo Diego Rivera pintó el cuadro que hoy es una pieza de arte representativa de la actriz.

Muchos rostros y un trabajo permanente.

Muy recomendable.

Celeste Ramírez


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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