Cultura

Los demasiados libros

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  • Celeste Ramírez

En Los demasiados libros (Random House Mondadori, de Bolsillo, 2011) el escritor Gabriel Zaid remarca el binomio del libro y la lectura: “Sí, hay algo profundamente melancólico en ir a una biblioteca o librería llena de libros que no leeremos jamás”.

Gabriel Zaid (Monterrey, Nuevo León, 1934) habla de esa competencia lectora, de la disyuntiva de leer todo lo que se tiene a la mano o de los libros que se compran por comprar, (esos que quedan en algún estante o buró hasta con la envoltura del papel celofán).

También de cumplir, como buen lector que se encuentra al tanto o actualizado de tal o cual libro que se publica como efecto de las modas y de los caprichos de la mercadotecnia.

Asimismo, aborda el deber necesario del crítico al que los autores acuden para elaborar las refinadas reseñas en los medios. Incluso, evoca la anécdota del libro como regalo o entrega —que firmado a mano—, el destino lo regresa en las repisas polvosas de las librerías de viejo.

A lo largo de cinco siglos —dice Zaid— se estima que la humanidad publica un libro cada medio minuto. Y, sin embargo, el autor nos apabulla: “los libros se publican a tal velocidad que nos vuelven cada día más incultos”.

En Los demasiados libros, el autor escarba por ese imperativo categórico de leer y ser culto, nos vamos de viaje por la historia editorial de la humanidad: desde antes de la creación de la imprenta hasta los días como hoy, los actuales.

Además, reflexiona sobre el vaticinio de la desaparición del libro impreso a partir del surgimiento de determinada tecnología, por ejemplo, en el siglo pasado, fueron la radio y la televisión que supuestamente iban a acabar con la publicación y demanda de libros. Hoy esa premisa asecha en la era digital, con el libro electrónico y las mil y una herramientas posibles para la lectura por internet.

Nota aparte, el seguimiento de autores y el análisis y las reflexiones que tienen sobre los libros que realiza Zaid.

“Hay un espejo que me ha visto por última vez. Hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo […]”, escribió el más bibliotecario de los autores universales: Jorge Luis Borges.

Gabriel Zaid concluye adviertiendo: “la medida de la lectura no debe ser el número de libros leídos, sino el estado en que nos dejan”.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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