Esta semana, en una votación de 8 contra 3, la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió una declaratoria general de inconstitucionalidad para eliminar los párrafos de los artículos 235 y 237 de la Ley General de Salud, que prohíben el consumo de mariguana en la República Mexicana. La declaratoria de la Corte, sin embargo, solo tiene efecto sobre esa ley, no sobre el Código Penal Federal, por lo que, sin un permiso emitido por la Secretaría de la Salud, es todavía hoy un delito consumir mariguana en México.
La mariguana es una sustancia preparada con las hojas de una variedad de cáñamo que, en el siglo XVIII, fue bautizado con el nombre de cannabis sativa por el gran taxonomista sueco Carl Linnaeus (Linneo). La planta, el cáñamo, es originaria de China. Los chinos le daban un uso ritual y lúdico, como lo revela un tratado de medicina escrito en 2727 antes de Cristo, que afirma lo siguiente: “El cáñamo, tomado en exceso, hace ver monstruos, pero si se usa largo tiempo puede comunicar con los espíritus y aligerar el cuerpo”. Los asirios conocieron el uso religioso del cáñamo: echaban trozos hechos con la resina de sus hojas sobre las piedras ardientes de un brasero y sellaban el recinto para impedir la salida del humo. También los hindúes lo conocieron: le daban a la planta un origen divino, asociado a Visnú. El cáñamo llegó a Europa con los celtas, que lo empleaban como droga. Los griegos aspiraban el humo; los romanos fumaban las flores, una costumbre heredada de los celtas. El cáñamo, así, fue conocido y celebrado por todos los pueblos de la Antigüedad.
Los primeros estudios de la planta fueron hechos por los científicos que, a fines del siglo XIX, acompañaron a Napoleón en la campaña de Egipto. Sus soldados la introdujeron en Francia. Baudelaire la fumó, al igual que Balzac, Dumas y Gautier. En 1894, el gobierno de Reino Unido publicó en siete volúmenes la palabra final sobre el cannabis, que concluye con estas palabras: “El uso moderado no produce prácticamente ningún efecto nocivo, y el trastorno que produce un uso excesivo se limita casi exclusivamente al mismo consumidor; el efecto sobre la sociedad es raras veces apreciable”.
El consumo de la mariguana empezó a ser penalizado a principios del siglo XX. En 1911 fue prohibida en Sudáfrica; en 1913, en Jamaica; en 1920, en Inglaterra; en 1923, en Canadá; en 1937, en Estados Unidos (a pesar de ser sabido que George Washington la cultivaba en su plantación de Mount Vernon). En México, su historia era muy larga. El cáñamo fue plantado por primera vez en 1530 para explotar su fibra. Llegó a tener otros usos, sobre todo médicos, como lo sugiere el libro Florilegio, publicado en 1712, y también recreativos, como lo demuestra la publicidad de la Compañía El Buen Tono, que promocionaba sus cigarrillos de mariguana, sin ninguna restricción legal, entre 1890 y 1900. La mariguana era consumida por todas las clases de la sociedad, desde los ricos hasta los pobres. Hay canciones muy famosas que la evocan, como “La Cucaracha”. Victoriano Huerta la fumaba. Pero en 1920, como en otras partes del mundo, la mariguana fue también prohibida en México. Las razones de su prohibición son un misterio.
Investigador de la UNAM (Cialc)