El 27 de septiembre de 1821 el Ejército Trigarante hizo su entrada triunfal en la Ciudad de México. El Ejército garantizaba la religión, la independencia y la unión de los mexicanos, las Tres Garantías, y estaba al mando del general Agustín de Iturbide. Iturbide tenía desde hacía unas semanas su cuartel general en Azcapotzalco, por lo que pudo haber hecho su entrada triunfal el 16 de septiembre, aniversario del inicio de la lucha por la Independencia, pero la prefirió hacer el 27 de septiembre, día de su cumpleaños, para identificarla con él mismo, no con Miguel Hidalgo.
Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu cumplía ese día de septiembre treinta y ocho años de edad. Había nacido en la ciudad de Valladolid, en Michoacán, que sería luego rebautizada con el nombre de Morelia en honor a José María Morelos, uno de los insurgentes que él mismo combatió como oficial del Reino de la Nueva España. Pues Iturbide, tras estudiar gramática latina en el Seminario Tridentino, fue desde los dieciséis años miembro del Ejército Realista, al que se integró como alférez del regimiento provincial de Valladolid, bajo el mando del Conde de Rul. Permaneció fiel a la autoridad en ese ejército: en octubre de 1810, durante la toma de Valladolid, rechazó colaborar en el alzamiento de Hidalgo, quien le había ofrecido el rango de teniente general en el Ejército Insurgente. Combatió con vigor a los independentistas, a quienes despreciaba. En 1815 derrotó a José María Morelos y a fines de 1820 partió hacia el sur, para batir al heredero de Morelos, el general Vicente Guerrero. Pero había ocurrido un cambio. Así, en enero de 1821 escribió a Guerrero (“sin andar con preámbulos, que no son el caso”) para proponerle un pacto, que fue aceptado. El 10 de febrero hubo un encuentro en Acatempan, donde se acordó que las fuerzas de Guerrero se pondrían a las órdenes de Iturbide, y el 24 de febrero fue proclamado el Plan de Iguala, que incorporaba demandas de los criollos y los insurgentes y declaraba, contra la voluntad del virrey Juan Ruiz de Apodaca, la independencia de la Nueva España. Para sostener ese plan, Iturbide formó el Ejército Trigarante.
A mediados del siglo XIX, los mexicanos estaban divididos respecto a la herencia que dejaba la colonia. Unos pensaban que había que reivindicar y actualizar esa herencia, y legislar para tener leyes acordes con las costumbres y tradiciones de los mexicanos, que eran coloniales; otros juzgaban que había que romper con esa herencia, y legislar para tener leyes que, más que reflejar las creencias de los mexicanos, que eran en efecto coloniales, los educaran en ideales y valores que no tenían aún, con el propósito de transformar y modernizar a la nación. Los primeros fueron llamados conservadores; los segundos, liberales. Ambos tenían sus héroes y sus villanos, y leían con ojos muy distintos la gesta de la Independencia. Los liberales festejaban a Hidalgo, el autor del Grito de Dolores, el padre de la Patria; los conservadores celebraban a Iturbide, el creador de la bandera tricolor, el consumador de la Independencia.
Este 27 de septiembre de 2021, el gobierno de México conmemorará los 200 años de la consumación de la Independencia. Celebrará la obra de Iturbide.
Carlos Tello Díaz
Investigador de la UNAM (Cialc)