Por si alguien dudaba que el Partido Revolucionario Institucional anda muy a la baja, basta que eche un ojo a lo que sucedió ayer.
El mismo día en que en España la policía de aquel país detuvo a Emilio Lozoya, prófugo de la justicia mexicana por presuntos multimillonarios actos de corrupción, decidieron lanzar una nueva campaña en redes sociales protagonizada por su presidente nacional con el lema: Échale la culpa el PRI.
Las redes sociales fueron una fiesta.
Parecía una broma.
Una de las acusaciones contra Lozoya es que parte de los recursos ilícitos que negoció con Odebrecht eran para la campaña del… PRI a la Presidencia.
Y esa investigación fue la que hizo que el hoy titular de la UIF, Santiago Nieto, saliera de la Fiscalía Especial para Delitos Electorales por presiones de… Lozoya.
En 2017, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad reveló la transcripción de una reunión del director de una empresa filial de Odebrecht, Braskem, con inversionistas en la que contó que “Acompañamos de tiempo completo toda la campaña del PRI, del partido PRI, y del actual presidente Enrique Peña Nieto. No solo de él, sino también de su equipo”. El “acompañamiento” consistía en millones de dólares. Vale la pena recordar que Emilio Lozoya era en esa campaña el director de Relaciones Internacionales, el contacto con Odebrecht del que también se benefició personalmente, según revelaciones periodísticas y acusaciones en su contra.
No satisfechos con lo que habían creado temprano en redes, para completar el día, primero el CEN del PRI sacó un comunicado en el que “subraya” que “las conductas personales no son atribuibles a ninguna institución”.
Y después el presidente del CEN, Alejandro Moreno, el protagonista del (seré generoso) desafortunado video, en redes insistió: “quien comete un delito tiene que enfrentar la ley… quienes cometen una presunta acción ilícita son los individuos, y no las instituciones. Si hay presunción de conductas ilícitas, que la autoridad haga su trabajo, pero que no se haga un show mediático atacando a un partido político, que es el nuestro”.
Explicación no pedida, acusación manifiesta… o cómo era aquello.
@puigcarlos
