Este es el país en el que vivimos: una noche, en una fiesta en la calle, familias, jóvenes y niños se divierten bailando. Llegan unos asesinos, disparan. El trágico saldo: 10 muertos, niños entre ellos, y otra docena de heridos.
Y como siempre, en el país de la violencia, de la tragedia, lo que se acumulan son lamentos, porque evitar que eso suceda… no nos distraigamos.
Primero los más locales: El gobierno municipal y la administración pública lamenta y condena (sic) la agresión ocurrida la noche de este martes en un domicilio de la calle Bustamante de la Colonia Barrio Nuevo, y se solidariza con las víctimas, familiares y ciudadanía afectada por este cobarde acto.
Luego la gobernadora: “Condeno enérgicamente los hechos violentos ocurridos en Irapuato. Expreso mi solidaridad y condolencia con las familias afectadas y reitero nuestro compromiso con la seguridad de las y los guanajuatenses”. Preciso, condolencia es una forma de lamentarse.
Y ayer en la mañana, la Presidenta: “Sí, lamentablemente ocurrió, en un rato van enviar información, el Gabinete de Seguridad; sí es un lamentable, pues homicidio múltiple y se está en investigación”, dijo desde Palacio Nacional. La Presidenta siempre tiene más información: “En este caso, en realidad, fue un enfrentamiento, pero lamentablemente fallecieron niños, entonces es muy lamentable lo que ocurrió”. ¿Enfrentamiento? ¿Con los que bailaban sin armas? No entiendo. En fin.
Por supuesto, como siempre anunciaron que, sucedida la tragedia, ya están chambeando. Nomás faltaba:
La gobernadora: “Desde el primer momento, las autoridades estatales están colaborando con el municipio y la fiscalía de Guanajuato para esclarecer los hechos y garantizar justicia. En Guanajuato, municipios, estado y Federación seguimos trabajando en la construcción de la paz”.
La Presidenta: “Se está haciendo la investigación y se va a seguir trabajando ahí en conjunto con la gobernadora y hasta donde se puede trabajar conjuntamente, y también las fuerzas federales haciendo su trabajo”.
Al tiempo que sucedía la tragedia en Guanajuato, se aprobaba, ahora sí, la “legalidad” del Ejército en funciones de seguridad pública.
Basta anotar que en Guanajuato ya hay alrededor de 6 mil elementos del Ejército y la Guardia Nacional. Y suceden cosas como las de la noche del martes. Pues sí, sigamos lamentando, eso toca, eso hacen muy bien.