Mientras el futuro secretario de Economía, puesto ahí por sus relaciones con funcionarios estadunidenses con la mira puesta en la próxima revisión del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, se hace el sentido por insultos que no eran para él, el titular de Hacienda que permanecerá en el puesto en el próximo gobierno ha lanzado un primer signo que indica que entiende las preocupaciones del país vecino, exageradas por Trump, pero que permean también entre demócratas.
Hace unos días participó en el evento “Balance económico sobre desarrollo industrial y T-MEC”, en San Luis Potosí, en el que estuvieron presentes tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como la mandataria electa Claudia Sheinbaum.
Ramírez de la O dijo que la pérdida de competitividad salarial y de costos de transporte de China es una gran oportunidad para disminuir la dependencia de sus importaciones y para atraer inversiones que permitirían crear 520 mil empleos adicionales en México.
Dijo el secretario que el comercio con China no es recíproco: “nos vende y no nos compra”, y propuso hacer una revisión de esa relación comercial. Dio los datos: el país compra a China 119 mil millones de dólares por año y le vende 11 mil millones. “Esta es una situación que ha conducido a un sentimiento de proteger más a nuestras industrias y este sentimiento ha crecido tanto en Estados Unidos como en México”, dijo.
La relación comercial con China es una constante en los discursos de Donald Trump. No solo de la relación de su país, sino de la de México, acusando que los chinos, con permiso de los mexicanos, hacen trampa para usar las tarifas del T-MEC para introducir aún más productos a EU. Pero la preocupación no es solo de Trump.
El 14 de mayo Joseph Biden anunció oficialmente que, “en respuesta a las prácticas comerciales desleales de China y para contrarrestar los daños resultantes, hoy, el presidente Biden está ordenando a su representante comercial que aumente los aranceles bajo la sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 sobre 18 mil millones de importaciones de China para proteger a los trabajadores y empresas estadunidenses”.
Quien sea que quede en la Casa Blanca, ese tema, el del comercio con China, será el primero en la revisión del tratado comercial. Ramírez de la O parece tenerlo claro, no estaría mal que el secretario de Economía comience a trabajar en eso, porque al mismo tiempo las inversiones chinas en México importan. No será sencillo, pero es un camino transitable.