Cuenta la leyenda que el proceso de militarización del país, el combate contra las drogas y la explosión de la violencia homicida arrancó en 2006 cuando el entonces gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, le pidió al entonces presidente Felipe Calderón la intervención federal en el estado porque la entidad simplemente ya no podía con las fuerzas criminales que ahí operaban, sobre todo en lo que conocemos como Tierra Caliente.
Este domingo, bandas criminales causaron incendios en locales y vehículos, bloquearon carreteras y sembraron terror como para recordar quién manda.
Tres sexenios. Casi 18 años de aquella petición. Las muertes se han acumulado, los líderes locales han sido asesinados o encarcelados para ser sustituidos por otros, los grupos criminales cambian de nombre y las cosas no han cambiado en lo sustancial.
Gobernadores han ido y venido, uno renunciado, una especie de “gobierno sustituto” se impuso desde el gobierno federal en tiempos de Peña Nieto con Alfredo Castillo a la cabeza; ha gobernado el PRI y el PRD y Morena… nada.
Botón de muestra: un diputado federal perredista, primero protegido por sus correligionarios en el Congreso, fue exhibido en su relación con Servando González, La Tuta, desaforado y desde entonces nadie sabe dónde está. Trece años prófugo. Buen ejemplo de cómo funciona la justicia mexicana en Michoacán.
Michoacán: donde un líder comunitario como Hipólito Mora puede advertir diez años que lo quieren matar y al final… lo matan, porque ahí el gobierno es de otros, de los que en verdad dominan el lugar.
En aquellos años calderonistas los medios se movilizaron todos para cubrir aquella violencia y las acciones de los militares. El mejor trabajo se hizo aquí en Notivox Tv, con compañeros que contaron con profesionalismo y método lo que pasaba. Pero quince años después todo parece haberse normalizado, en ese lugar vivimos.
“Fue un acto más que nada publicitario, propagandístico. Tomas y quemas de vehículos (sic), dos incendios en tiendas y ya. Afortunadamente, nada de violencia en cuanto a pérdidas de vidas humanas”, dijo ayer el presidente López Obrador.
Con eso nos conformamos tres lustros después. Michoacán: ejemplo del fracaso de tres gobiernos federales con tres logotipos de partido diferentes, aunque en el fondo con las mismas ideas.