Está claro que Manuel Bartlett quiere todo el pastel. La reforma eléctrica que ha enviado el Poder Ejecutivo que transforma el sistema de producción y abasto de electricidad en el país es lo que le gustaría que se aprobara. Así completito.
No debe sorprendernos. Desde que llegó a la dirección de la CFE ha actuado en maneras que se la ha pasado peleando con productores privados y órganos reguladores autónomos. Pero ahora, para la segunda mitad del sexenio, el Presidente ha elegido que sea ésta su principal lucha política.
Pero cualquiera que ha volteado a ver la Cámara de Diputados y el Senado puede adivinar que la aprobación de la reforma tal y como fue enviada será complicada e incluso parece imposible. La mejor apuesta de los líderes morenistas en el Congreso es que algo quede de lo enviado para que no parezca una derrota que los haga perder puntos frente a su líder en las decisiones sobre el futuro.
Pero esto no es de interés de Bartlett. Sabe que será ésta, dure lo que dure, su última posición de relevancia en su larga, larguísima carrera política.
La semana pasada Bartlett salió a dar una conferencia de prensa para incendiar la pradera. “¿Cómo puede defenderse un sistema que es un atraco, y no solamente contra la CFE, contra el pueblo de México?”.
“Para poder hacer un cambio hay que declarar nulos todos los contratos, todos los permisos, todo eso se anula. La reforma está hecha en esta madeja de hilos que si no los quitas, pues no (cambias nada). Se eliminan todos los contratos para cambiar el sistema”.
“Se van a cancelar (los contratos) y no (se pagarán indemnizaciones)”. Algunas de las frases del director de CFE.
Ricardo Monreal, el líder de los senadores de Morena en el Senado, donde la cosa se ve aún más complicada que en Diputados, le mandó un mensaje a Bartlett: “Las personas servidoras públicas de la CFE y otras instituciones están obligadas a mantener recato y prudencia, esperando que el Constituyente Permanente decida sobre las modificaciones constitucionales que le han sido planteadas. Actuaremos con responsabilidad y congruencia”.
Pero Manuel Bartlett está pensando en Manuel Bartlett. Si la reforma no sale como él quiere, es decir, como está, que conste que él la defendió; si por sus excesos el Presidente prefiere relevarlo, siempre podrá argumentar que fue por lo mismo.
Él ya qué, él ya va de salida. Quememos los barcos.
@puigcarlos
