Después del terrible, casi ofensivo informe de López Obrador a los familiares de las víctimas de la terrible noche de Iguala, ayer los padres y sus representantes se juntaron con él, con el fiscal especial del caso y otros miembros de su gabinete.
Como suele suceder en estos días, no hablaron mucho los familiares después de la reunión, más allá de que ya lo habían hecho públicamente después de que el informe se publicara en La Jornada.
El fiscal especial Rosendo Gómez Piedra dijo que, más allá del informe del Presidente, “no se detiene la investigación, seguimos buscando; hay como ocho o nueve equipos en el campo, seguimos declarando personas, seguimos las audiencias en tribunales, no se para”. Pero anticipó que no habrá “conclusión pronta”.
Los padres de familia se reunieron después con la próxima presidenta Claudia Sheinbaum, quien al salir dijo: “No se nos va a olvidar el caso Ayotzinapa y vamos a seguir trabajando con ellos. Y vamos a encontrar un método de trabajo que nos permita, pues es lo que están pidiendo ellos, verdad, justicia y dónde están. Todavía no definimos (fecha para nueva reunión), vamos a seguirnos reuniendo, evidentemente, pues son víctimas y tienen mucho dolor".
Hay que decir que al menos Claudia se cuidó de no hacer una promesa incumplible. Como la número 89 entre los compromisos de arranque del sexenio de AMLO que decía, a la letra: “Se investigará a fondo la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa; se conocerá la verdad y se castigará a los responsables”. Eso no pasó, no se cumplió, queda claro.
Ahora el problema lo tendrá Claudia. ¿Cómo obtener verdad, justicia y encontrar a los jóvenes desaparecidos 10 años después? Son 10 años de desastre. Como en la mayoría de las investigaciones judiciales en este país, por cierto.
Está la investigación de la procuraduría de Murillo, la de la CNDH, la del GIEI, la de la primera fiscalía de este sexenio, la de la segunda. Hay muchos libros, algunos mejores que otros, documentales, cientos de reportajes periodísticos.
Presuntos responsables con arreglo con alguna de las fiscalías que de poco han servido para saber la verdad, otros que no se pueden volver a juzgar, algunos militares acusados que dicen que ellos no vieron ni supieron nada, el ex alcalde, algunos prófugos, otros muertos.
Ha habido cientos y cientos de búsquedas y nada se encuentra y nadie dice.
¿Cómo? ¿Por dónde empezar? ¿Se puede 10 años más tarde? O Claudia acaba de hacer una promesa incumplible.