Nada bien deben haber sentado en Palacio Nacional, primero, la decisión —tardía, sí, pero correcta— del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, de no aceptar la inconstitucional extensión de su mandato, y después lo que parece un hecho, la decisión de la Corte de tampoco ampliar el mandato de los integrantes de la Judicatura. Como tampoco le había caído nada bien la decisión de la Corte de cambiar por completo la pregunta de la consulta popular que él había propuesto respecto a cómo lidiar con actos del pasado, o en palabras del Presidente: a los ex presidentes.
No es que haya mucho que intuir, una vez más ayer se fue con todo contra el Poder Judicial hablando en La Laguna cuando presentaba un proyecto para solucionar el problema del agua: “Y si ya empezaron los amparos, entonces no vamos a poder terminar la obra. ¿Ustedes creen que yo voy a confiar en el Poder Judicial? No me estoy chupando el dedo; desgraciadamente, el Poder Judicial está podrido. Hay honrosas excepciones, para no generalizar, pero jueces, magistrados, ministros, están al servicio de los grupos de intereses creados y tienen una mentalidad muy conservadora, ultraconservadora. Si tuviésemos un Poder Judicial confiable, yo diría ‘no hay problema, vamos al litigio, vamos a demostrar de que no hay afectaciones’, pero no. Nos metemos en eso, nos entrampamos, nos presentan una denuncia y luego otra, y otra y otra y se nos va el tiempo, y es una táctica dilatoria y no se hace la obra, ya hay hasta licitaciones en este caso”.
Del otro órgano del Poder Judicial, el electoral, sabemos que cree que se deben ir todos porque no importan.
En los próximos meses, o tal vez par de años para como van, pero en este sexenio, la Suprema Corte deberá decidir sobre una serie de asuntos considerados prioritarios para este gobierno y que han sido denunciados con amparos, controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad.
Cada decisión que sea en contra del gobierno subirá la ira en las mañaneras y los insultos, como el de ayer, al Poder Judicial. Porque no hay que equivocarse: lo de ayer y de otras semanas no es más que presión sobre jueces, magistrados y ministros con relación a esas decisiones que son las que en verdad importan al Presidente.
Veremos cómo responde el Poder Judicial.
@puigcarlos