Pasado el primer debate entre las candidatas a la gubernatura de Estado de México, Delfina Gómez de Morena y Alejandra del Moral de la alianza opositora, las encuestas no se han movido demasiado.
Nada pasó en el debate que pudiera mover las preferencias, ambas venían bien preparadas para las preguntas de la moderadora y los ataques de su contrincante, por lo que terminó siendo una sesión sin pena ni gloria. Y en un debate así gana siempre la que encabeza las preferencias, en este caso Delfina.
Cosas raras han pasado en otras elecciones con relación a lo que decían las encuestas, pero podemos pensar que si nada extraordinario sucede, Estado de México decidirá, por primera vez, decir que no al PRI.
El primer impacto que tendría ese resultado es en las negociaciones entre PRI y PAN rumbo a 2024.
Más allá de fotos de los dirigentes (en los que incluyen al PRD) encaminadas a apaciguar rumores de rompimientos en los diálogos, el PRI tendría muchas menos fichas para negociar en esa mesa. Es el partido que más gubernaturas ha perdido en los últimos años, sus broncas internas —véase Alito y el Senado— los tienen fragmentados y la reputación de su dirigente nacional no es la mejor. Retener Estado de México mandaría una señal que algo queda de su fuerza electoral, la derrota lo pondría en inferioridad política frente al PAN en la negociación del candidato. Tampoco es que el PAN esté en un gran momento, sobre todo por los más recientes acontecimientos alrededor de la mafia, sí, eso eran, que se apoderó por años de la alcaldía Benito Juárez, pero por lo menos ellos no serán los directamente derrotados en las elecciones mexiquenses para la gubernatura. La incógnita, como viene siendo en estos años de liderazgo de Marko Cortés, es si insistirán en una alianza con un partido —o dos— que muchos panistas detestan con el pretexto del voto útil.
La derrota de la candidata, priista, de la alianza abriría también un nuevo espacio a Movimiento Ciudadano, que decidió no participar y que un resultado contundente de Morena le daría, al menos momentáneamente, la razón de seguir solo en lugar de ir a un proyecto que anticipó como perdedor.
