Escribió hace unos días en estas páginas Héctor Aguilar Camín algo que daba en el clavo. Fue después del segundo debate:
“Luego de muchos titubeos al respecto, finalmente, en el debate del domingo pasado, la candidata presidencial de la oposición Xóchitl Gálvez dijo, con toda claridad, sin ninguna reserva, que sí, que era la candidata del PRI, del PAN, del PRD y de millones de ciudadanos. Los titubeos previos de Xóchitl son explicables. Si alguna demanda ‘ciudadana’ impolítica e ilusoria hay entre muchos de sus seguidores, es que Xóchitl rompa con los partidos de los que es candidata”.
No viene de ahora; desde hace muchos años que en el país hemos abusado de esta idea de los “ciudadanos” como seres impolutos porque no participan en un partido o se dedican a la política. Han querido aparecer siempre con un aire de superioridad.
Creo que en el último año de ahí se desprenden buena parte de los tropiezos de la candidata Xóchitl Gálvez en su campaña, por querer su definición de ser ciudadana con guácala los partidos.
Pero en México y en el mundo los gobiernos y los legislativos se hacen con partidos. Son los partidos los que diseñan políticas que presentan ante los votantes, los que forman coaliciones con otros partidos, los que discuten internamente —no todos en los últimos años— cómo votar en el parlamento, cuáles son las prioridades. Son las marcas que perduran después de los gobiernos. Son las organizaciones pilares de la democracia. Sí, los nuestros, pues son los nuestros, ni modo, pero que sean lo que son también es responsabilidad de aquellos que se tapan la nariz ante los partidos. Es más cómodo desde mi sala, diciéndome ciudadano, decir que estoy haciendo todo para que en el país pase lo que yo quiero que pase.
Por esto y más, veo muy bien que aquellos que bajo varios nombres —todos invocando “ciudadanía”— habían convocado las marchas “rosas” inviten a sus candidatos preferidos a liderar su nueva marcha. Hombre, no es que nos sorprenda su elección. Pero bien. Espero también que Xóchitl sea muy clara ese día que en la boleta estará representando a los tres partidos políticos. Que es la candidata del PRIANRD. Como su adversaria es la candidata de otros tres.
Por cierto, Xóchitl y Claudia y Taboada y Máynez y Brugada y tooodos los demás son ciudadanos. Sí, nomás que se dedican a la política y eso, en democracia, se hace mejor dentro de un partido.
