Ayer, el gobierno de Tamaulipas que encabeza, por cierto, un gobernador perseguido por la justicia mexicana, informó que detuvo a ocho personas más por su probable participación en lo que sucedió en Reynosa el 19 de junio pasado. Van 13.
Leyendo el boletín de prensa uno siente que está leyendo uno similar de hace una decena de años. Hay apodos, líderes de grupos delictivos —si no hay líder el arresto no importa tanto; hay muchas armas y cartuchos—, hay compromisos a cumplir para generar la paz y lograr justicia y más bla, bla, bla.
Tiene, sin embargo, un párrafo curioso: “Entre los recientemente detenidos están Iván Alejandro ‘N’ y/o Jorge Iván ‘N’ alias ‘La Vaca’, a quien se le identifica como ‘jefe de plaza’ de la organización criminal denominada Cartel del Golfo en la ciudad de Río Bravo, señalado como amplio generador de violencia en la región Reynosa-Río Bravo-Matamoros, quien además tiene orden de aprehensión vigente por diversos delitos y por quien desde el año 2019, la Fiscalía General de Tamaulipas ofreció una recompensa por 2 millones de pesos, al considerarse un objetivo prioritario”.
Si entendí bien, la fiscalía sabía, al menos desde hace dos años, que ese señor era jefe de plaza en Reynosa, que se había ofrecido desde aquel año un buen dinero para quien lo delatara y que nada había pasado. Eso sí, nomás hay una masacre y en unos cuantos días lo detienen a él y a sus compinches. Un poco tarde para tantas víctimas, no solo las del 19 de junio sino las de los últimos dos años, que no son pocas.
No tenemos, por supuesto, dato alguno que nos diga si fueron los arrestados o no, pero la política de combate al crimen desde hace muchos años en México es la de la reacción, no la de la prevención y construcción de paz y justicia.
Faltan muchos años para saber qué pruebas tiene la fiscalía, si son aceptables en un juicio o si, como suele suceder, lo de estos días es un poco de circo para quitar los reflectores del fracaso.
Eso sí: “El gobierno del estado ratifica su compromiso en el esclarecimiento de los hechos, persecución y castigo de los responsables de los actos que han dañado a los habitantes del estado y, en particular, de la ciudad de Reynosa”.
Ajá.
@puigcarlos